Capitulo 10.

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[Liam]

— L-Liam.

— Calma, bebé. —Murmuré intentando que la voz no se me quebrará.— Ya estamos llegando.

Zayn asintió sin moverse demasiado, se habia colocado en posición fetal mirando hacia mi. Las respiraciónes profundas parecian dolerle, lo que me decia que tenía aunque sea una costilla fisurada. Solté su mano, buscando mi celular en el bolsillo de mi jean, marcando el primer numero de mi agenda en cuanto lo encontré.

— Hola Liam, que suerte que me llamas yo estaba...

— Tío Andrew necesito tu ayuda, estoy camino al hospital. —Hable tan rápido que ni siquiera estaba seguro de que me hubiera entendido.

— ¿Que sucedió? ¿Estás herido?

— No, yo no. —Mire hacia Zayn que comenzaba a dormirse en su asiento.— Es un amigo, tiene dolor en sus costillas al respirar y un... un gran moratón en ese lugar.

— ¿Lo golpearon? —Su voz era cuidadosa.

— Si.

— Traelo lo más rápido posible aquí, por lo que me dices podría tener fracturada alguna costilla. —Su voz era tan rápida como la mía, detrás se escuchaba movimiento.— No le permitas mucho movimiento, si sus costillas estan rotas quiere decir que pueden no estar en su lugar. Podría perforarse algún pulmón o...

— ¡Ahora no, Andrew! Estoy conduciendo, no necesito tener toda esa mierda en mi cabeza en este momento. —Chille al pensar que Zayn estuviera peor de lo que creia. — Solo dime lo que debo hacer.

— Bien, lo siento, es la costumbre. —Tome un respiro profundo escuchando pacientemente sus instrucciones hasta que terminó.— Estaré esperandote en la sala de emergencias.

— Gracias, Drew.

— Sabes que te lo debo, Liam.

No dije nada ante eso, simplemente corté acelerando aún más al ver que me encontraba a solo un par de cuadras del hospital. El Dr. Andrew Payne, el hermano menor de mi padre y mi único tío. La misma persona que estaba tan ocupada en sus estudios que ni siquiera recordaba mis cumpleaños y la que ahora parece querer recuperar el tiempo perdido. No voy a mentir, no le guardo rencor... simplemente, no lo conozco.

El tibio tacto de Zayn sobre mi mano me saco de mis pensamientos, me gire a mirarlo y lo encontré dedicandome una suave sonrisa, le devolví el gesto mientras estacionaba frente al hospital. Salí del auto y lo rodeé corriendo hacia la puerta de Zayn. Abrí la puerta escuchando el clic del cinturón al desabrocharse.

— Dame... dame un momento, ¿Si? —Zayn hizo una mueca mientras lentamente se giraba para sacar las piernas del auto.

— ¿Puedes caminar? —Quite el cabello de sus ojos, él me observo con media sonrisa. — Si quieres puedo cargarte.

Negó poniendose de pie con una mueca intentando no mover su torso, me moví hacia atrás para darle espacio para que se moviera. Con un brazo rodeando su pecho, dió unos pocos pasos deteniendose frente a mi y observandome con sus grandes ojos ámbar. Sonrió suavemente, parandose de puntillas y rozando sus labios con los míos.

— Gracias, Li.

— ¿Por qué, bebé? —Susurré, abrazandolo suavemente.

— Por... cuidarme.

— Me gustaría hacer más por ti, amor. —Lo besé suavemente. — Vamos a que te revisen.

Tomé su mano conduciendolo hacia las puerta de vidrio que daban a la recepción del hospital, abrazando a Zayn con un brazo sobre sus hombros nos movimos por los pasillos hasta llegar a la sala de emergencias. La inconfundible cabellera castaña de Andrew me devolvió la mirada y su bata blanca ondeo cuando se acerco a nosotros.

Besos de Miel |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora