NIALL.
—¿Estas seguro de que quieres hacer esto? —Susurré dejandome caer de espaldas sobre la cama, deteniendo el celular contra mi oido.
—Ya no sé que más hacer, Nialler. —La lastimosa voz de Zayn traspasó la línea.— Douglas llegará nosotros, ambos sabemos que lo hará.
Suspiré pasando una mano por mi rostro.— Lo sé, Zayn, estoy muy consciente de ello pero quiero que tengas en cuenta todo lo que esto conlleva.
—¿De que hablas?
—Todo el mundo sabrá lo que sucedió, lo que ese enfermo nos hizo. —Podía sentir las lágrimas cristalizando mis ojos.— Cada vez que nos vean, lo recordarán.
—No habia pensado en ello. —Aceptó.
Arrojando mi cabeza contra la almohada, cerré mis ojos con fuerza escuchando la respiración acompasada de Zayn desde el aparato en mi oído. Estaba harto de toda esa maldita situación, quería que se terminara de una vez y que todo volviera a la normalidad.
Que metieran a Douglas y Magda en la carcel y se pudrieran como las ratas que eran. Que Zayn fuera feliz por una vez en su vida. Y poder tener un poco de jodida paz mental para mi mismo.
El hecho de que aun no habia hablado con mis padres de lo sucedido hacia años tambien esta taladrando mi cabeza. Debía decirlo en algún momento o lo sabrían por otros medios, si habia algo que odiaba de nuestros vecinos es que eran todos una manada de chismosos, se lo contarían sin pensarlo dos veces. Y si Zayn hacia la denuncia como estaba planeando, la mierda golpearia el ventilador y yo preferia estar de pie del lado contrario.
—¿Zayn? —Musite.
—¿Si?
—Douglas no solo te golpeaba, ¿verdad? —Susurré al fin poniendole voz a mi mayor temor desde hacia años.
La línea quedo en silencio por unos minutos y llegué a separar el telefono para mirar la pantalla, asegurandome que la llamada siguiera en curso.
—No, Niall —Contestó al fin.— Douglas hacia más que golpearme.
Asentí con la cabeza, aun si sabía que el moreno no podía verme. Mis ojos se cerraron involuntariamente y pude sentir las lágrimas calientes recorriendo mis mejillas. Soltando un largo suspiro, luché para que mi voz no se quebrara.
—Hagamoslo.
—Niall, tú no tienes que hacerlo. —Se apresuró a decir.— Si quieres ni siquiera aparecerá tu nombre, con las cosas que yo contaré bastará para que lo detengan. En realidad no es...
—¿Zaynie? —Lo corté.— ¿Recuerdas la última vez que el imbecil de Tony Queen te golpeo?
—¿Eso que tiene que ver?
—Contestame.
Suspiró.— Si, lo recuerdo. Fue en cuarto grado, ¿No?
—Sep. —Sonreí limpiando mis lágrimas.— El idiota rompió tu ceja izquierda.
—Y tu pateaste sus joyas. —Rió.
—Si, lo hice. —Acepte con orgullo.— ¿Recuerdas lo que te dije cuando estabamos en la enfermeria?
—¿Qué exactamente? —Podía escuchar la sonrisa en su voz, el tono ahogado estaba comenzando a desaparecer y supe que estaba distrayendo a Zayn pero toda la historia tenía un motivo.— ¿La parte en que prometiste venganza? ¿O en la que me convenciste de robar el maquillaje de la enfermera?
—Luego de la venganza, antes del robo.
Pude escuchar su inhalación cuando lo recordó.— Prometiste protegerme siempre.