Capitulo 25 (1/2)

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  —Hazlo. —Musite mientras bebía un trago de té.

—¿Hacer qué? —Liam me observó sobre su hombro mientras cortaba verduras para hacer la cena, por más que me habia ofrecido el castaño se negó a que lo ayudará ya que pretendía hacerme una comida especial.

—Preguntar. —Dejé la taza sobre la mesa frente a mi, jalando mis piernas hasta mi pecho.— Sé que quieres hacerlo.

—¿Contestarás?

—Lo intentaré. —Ofrecí.

Él asintió, dejando el cuchillo sobre la tabla a un lado de las zanahorias recién cortadas. Volteandose, limpio sus manos en un paño de cocina antes de apoyarse en la isla, mirandome directamente.

—¿Que fue lo que sucedió en la habitación? —Apoye la barbilla sobre mis rodillas.— Jamás habia visto a nadie temerle de ese modo a la oscuridad.

—Será porque jamás conociste a nadie que haya vivido lo que yo. —Me encogí de hombros.

—¿Que fue lo que viviste?

—No quieres saberlo, Li. —Negué.— Hay cosas que deben ser olvidadas, nunca dichas en voz alta.

—Quiero ayudarte, Zayn, en verdad quiero hacerlo. —Suspiró.— Pero si no me cuentas todo no podré hacer nada.

—Si no lo cuento, tal vez nunca pasó. —Moví mi mirada al suelo.

Escuché su suspiro antes de que sus pasos se acercaran a mi. Arrodillandose hasta quedar a la altura de mis ojos, Liam atrapó mis manos entre las suyas, mirandome con esa calidez que siempre lo caracterizó.

—Esas cosas pasaron, Zayn, no puedes enterrarlas en ti porque te hacen daño. —Pasó sus dedos suavemente por mi rostro, quitando el cabello que habia caido sobre mis ojos.— Debes decirlas, si no me tienes la suficiente confianza, lo entiendo.

—Confio en ti. —Lo interrumpí, él sonrió.

—Lo sé, bebé, pero tal vez no es suficiente. —Se encogió de hombros.— No quiero presionarte, solo deseo que estes bien.

—Estoy bien, Liam.

—No, no lo estás. —Negó.— No puedes vivir escapando de tus problemas, mucho menos de tu pasado, Zayn. Eso se quedará aquí siempre. —Toco mi sien con su dedo indice.— Jamás podrás borrarlo, pero puedes dejarlo atrás y crear un buen futuro.

—¿Como lo hago? —Musite.— ¿Cómo dejo todo eso atrás?

—Puedes empezar sacandolo de ti. Contandolo.

Me mordí el labio mientras mis ojos se empañaban, volviendo borroso el rostro de Liam frente a mi. Mi respiración se hizo pesada cuando ese sentimiento de culpa comenzó a oprimir mi pecho, mis labios apretados para que los sollozos no escaparan como tantas veces lo habia hecho intentando que mis tíos no me escucharán llorar. Liam puso sus brazos a mi alrededor pero no podía soportar su tacto, no ahora.

—No, por favor. —Susurré, poniendo una mano sobre su pecho. Él me observó por un segundo antes de asentir.

—Bien. —Musito, poniendose de pie y alejandose.

Escondí mi rostro en mis piernas, sollozando en voz baja. No quería contarselo a Liam, sería como revivir esos malditos recuerdos que me atormentaban en las noches, como dejarlos entrar nuevamente en mi vida. No quería eso de nuevo, pero Liam tenía razón. Tanto como no quería revivirlo, necesitaba contarselo a alguien, una persona que me escuchará sin juzgarme. Alguien que me quisiera, y estaba seguro de que jamás encontraría a nadie mejor que Liam.

Besos de Miel |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora