Liam.
Nunca entendí el significado del apodo "Mi vida" hasta que vi a Zayn sentado en el borde de ese puente, columpiando sus piernas en el vacío con esa expresión derrotada en su hermoso rostro. Ese pequeño moreno de mejillas sonrosadas se habia convertido en todo para mi y habia tomado la firme decisión de no dejar que nadie me quitará esa felicidad que me brindaba la simple visión de su rostro, ni siquiera él mismo.
Mi cuerpo entero tembló cuando visualicé sus nudillos pálidos al apretarse en la madera del puente, habia notado su intención desde que la primera lágrima se habia deslizado por su mejilla. Zayn quería tirarse pero no lo dejaría, le habia prometido que nadie le haria daño. Nadie.
Un centimetro más cerca del borde, un par de palabras tristes que me rompieron un poquito más. Debía llegar a él rápidamente. Podía sentir las miradas de Harry y Yaser clavadas en mi espalda y eso no ayudaba mucho, pero también sabía que no podian hacer nada.
—...Supongo que eso es ahora. —Me arroje hacia el frente en el momento en que Zayn se impulsó fuera de las tablas, gritos desesperados se escucharon detrás de mi mientras intentaba atrapar el delgado cuerpo.
Un paso al frente y enredé mi brazo en su cintura, jalandolo hacia mi cuerpo como si fuera un muñeco de trapo sin vida. Los dedos de mi otra mano estaba endredados en la baranda del puente, el hierro comenzaba a romper la piel de mi palma por culpa de la fuerza que estaba ejerciendo. Por primera vez, desde que habia conocido a Zayn, agradecí su delgadez.
—¡Zayn! —Yaser y Harry estuvieron a nuestro lado en un segundo, tocando el rostro de Zayn en un intento de que el moreno respondiera.— No responde, ¿que le sucedé?
—No lo sé. —Negué hacia Harry mientras qué, con un último esfuerzo, lograba pasar mis piernas sobre el barandal nuevamente, cayendo sobre mi trasero con un pesado suspiró mientras acunaba a Zayn entre mis brazos.
Nunca, en toda mi maldita vida, habia sentido tanto miedo. Mi estomago estaba hecho un nudo y antes de que pudiera evitarlo mis ojos se inundaron con lágrimas haciendo borrosa la imagen de Harry y Yaser inclinados hacia nosotros con claras expresiones de preocupación.
—Liam, debemos hacer que Zayn reaccioné. —Yaser me sacudió por el hombro, en un intento de obtener mi atención.— Debes dejarme revisarlo.
Negué con la cabeza, apretando el delgado cuerpo contra mi y escondiendo mi rostro en su cuello. El rostro de Zayn permanecia en blanco, imperturbable. Sus ojos desenfocados no miraban nada especificamente y verlo en ese estado dolía como la mierda. Los sollozos comenzarón a azotar mi cuerpo sin que pudiera evitarlo, quería tanto poder ayudarlo.
—Por favor, ángel —Susurré en su oído, mi voz sonaba rota.— Vamos, bebé, mirame por favor.
—Liam, sé que quieres ayudarlo. —Harry estaba a mi lado en un segundo.— Debes dejar que el doc lo revise, será solo un segundo, te lo prometo, ¿Si? —Sus ojos verdes brillaban por las lágrimas.— No sabemos si Zayn se hizo daño antes de que llegaramos, debemos asegurarnos de que esta bien. Dejalo, Liam.
Corriendo la mirada me enfoque en Yaser, quien permanecía totalmente inmovil de rodillas frente a mi, su rostro estaba mostraba toda la preocupación que sentía y fue en ese momento que caí en cuenta de lo que en verdad estaba sufriendo, era su hijo quién habia intentado suicidarse.
Mi pequeño ángel habia intentando quitarse la vida.
Mirando una vez más hacia el rostro de Zayn poco a poco afloje el agarre en su cuerpo, pero sin soltarlo totalmente. Era consciente de que Yaser solo quería ayudar pero no podía quitarme la sensación de que si soltaba a Zayn, desapareceria.
—Muy bien, Liam. —Susurró acercando las manos lentamente.— Solo lo revisaré, no te preocupes.
Asentí lentamente mientras veía a Yaser abrir la chaqueta antes de subir lentamente su camiseta, sus ojos se abrieron cuando enfocó las cicatrices y por un momento sentí la urgencia de arrastrar a Zayn nuevamente a mis brazos. Yaser rápidamente educo su expresión mientras comprobaba el pulso y la respiración de Zayn.
Mi mirada se apartó de él para enfocarme el rostro de Zayn, sus rasgos suavizados en una
mirada tranquila. Espesas pestañas rodeando aquellas gemas ámbar que parecían enfocadas en algún punto más allá de mi.
—¿Zayn? —Susurré mientras acariciaba su mejilla suavemente.— Mierda, bebé, no me hagas esto. Ángel mirame por favor, reacciona.
—Liam, Zayn está en shock. —Yaser me sacudió.— ¡Liam!
Atrayendo a Zayn nuevamente en mis brazos seguí rogandole que reaccionará. Yaser seguía repitiendome que debiamos llevarlo al hospital pero no quería moverme, podía escuchar el llanto de Harry sobre el mío propio y eso parecía empeorar mi estado.
No sé cuanto estuve sentado allí hablando en el oído de Zayn, pero solo cuando Harry se sento frente a mi y paso sus dedos por mi cabello fue cuando logré levantar la mirada. El rizado me miró unos segundos antes de hacer un gesto hacia el rostro de Zayn, los labios del moreno temblaban y gruesas lágrimas caían de sus ojos mientras me miraba fijamente.
—Lo siento. —Susurró cerrando los ojos fuertemente.— Lo siento mucho.
Apretandolo contra mi sonreí mientras los sollozos aún me sacudian, Zayn estaba bien y nadie lo iba a apartar de mi lado. Los brazos de mi pequeño ángel se enroscaron en mi cuello y mientras acariciaba su rostro con mi mejilla, el miedo tenía mi estomago apretado.
—No vuelvas a hacerme algo así nunca más. —Rogué en su oído.— Nunca más, pequeño ángel.
—Perdón. —Sollozó, apartandolo un poco junte nuestras frentes, viendo directamente a sus humedecidos ojos.
—Si te pierdo, me muero, ¿Entiendes? —Mi voz sonaba débil.— No me importa tu pasado, te quiero sobre todas las cosas, bebé. Te amo por lo que eres ahora, eres mi ángel y voy a hacer todo lo posible por ayudarte a sanar. Pero jamás vuelvas a hacer algo así porque si tú te tiras, yo me tiró detrás de ti.
