Capitulo 40.

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 —¿Niall? —El rubio me observó desde el umbral de la puerta, su rostro tenía un tinte rojo mientras intentaba mantener el equilibrio sobre su pie sano.

—Mierda, Payne, no te quedes ahí viendome como idiota. —Gruño.— ¡Ayudame!

Saliendo de mi sorpresa me acerque a él y lo tome en brazos. Niall era solo un par de centimetros más alto que Zayn y tal vez un poco más robusto pero eso no me dificulto el cargarlo. Lo lleve rápidamente a la sala y lo deje sobre el sofá. El rubio acomodo su pie enyesado sobre la mesa del centro y levanto la mirada.

—¿Donde esta Zayn?

—En la cocina. —Apunte sobre mi hombro.— ¿Que haces aquí? ¿Como llegaste?

—Tomé prestado el auto de mis padres. —Hizo una mueca.— Conducir con esta cosa en el pie es lo más dificil que he hecho.

—¿Porque rayos hiciste algo tan peligroso? —Golpeé su cabeza suavemente.

A pesar de que el rubio decia odiarme le tenia cierto aprecio, el chico era el mejor amigo de mi angel y parecia dispuesto a todo para protegerlo. Estabamos en el mismo equipo.

Niall se volteo, contorsionado su cuerpo hasta que pudo ver hacia el pasillo a su espalda sin mover un musculo de su pierna enyesada. Y si no fuera por la expresión asustada que cruzó su

rostro me habria burlado de ello.

—¿Que sucede, Niall? —Me senté a su lado, observando como el rubio vigilaba las ventanas.

—Descubrí algo.

Me quede callado, esperando que siguiera. Cuando no lo hizo le di una mirada cuestionadora a lo que él simplemente se hundió contra el respaldo del mullido sofa. Sus ojos azules brillaban con lágrimas y eso en verdad comenzó a asustarme.

—¿Que descubriste, Niall? —Exigí.— ¿Es sobre Zayn?

—Si. —Asintió.— Yo he estado vigilando la casa de sus tíos, tenía curiosidad por saber el motivo de que no dejarán ir a Zayn. Yo... estoy seguro de que no lo quieren, o sea, si ellos le tuvieran aunque sea un poco de aprecio no lo hubieran golpeado ni... —Sacudió la cabeza, como intentando alejar lo que iba a decir.— Tomaba el auto de mis padres e iba hasta allí y me quedaba observando, no sé lo que estaba esperando, solo quería alguna pista, supongo.

—¿Hace cuanto que haces eso? —Pregunté cuando se quedo callado.

—Una semana. —Musito.— Tal vez un par de días más.

Asentí. Él me observó con ojos empañados antes de refregar el talón de sus manos intentando limpiar las lágrimas.

—¿Que fue lo que hiciste, Niall? —Susurré.— Sabes que puedes decirmelo.

—Yo... —Tomó aire.— Esta mañana estaba vigilando la casa, solo, desde el auto. Entonces en un momento, Douglas y Magda salieron. Estaban discutiendo, parecian enojados y se gritaron cosas que no logre entender. Luego de unos minutos subieron a la vieja camioneta de Douglas y se marcharon. —Me miró.— Ahí fue cuando vi mi oportunidad.

—¿Oportunidad? —Asintió.

—Entre a la casa, algo que en realidad fue muy dificil de lograr. —Apunto a su pie con una mueca, suspiró.— Revise sus habitaciones, encontré algunas cajas llenas de papeles pero nada llamo mi atención y estaba a punto de irme, cuando escuché el auto estacionar frente a la casa. —Cerró los ojos intentando borrar ese nudo en la garganta que se hacia evidente en su voz.— Entre en pánico, como pude llegue hasta la habitación de Zayn y me encerré en su armario. Los escuché gritar, pensé que se irian. No esperaba para nada que Douglas entrara a esa habitación.

—¿Entro a la habitación de Zayn? —Asintió.— ¿Para que?

Se encogio de hombros.— Tenía tanto miedo como curiosidad así que me asome para ver lo que hacia. —Sus ojos estaban llenos de horror y asco cuando me miro.— Él estaba oliendo la ropa de Zayn.

—¿¡Que!?

—Tomo una camiseta y se la llevo al rostro, murmuraba cosas. Pero yo no lo podía oír. —Suspiró.— Cuando Magda entró él la corrió fuera, le dijo que no podía estar allí. Que esa era la habitación de... —Apreto los labios juntos hasta que se volvieron blancos, lo miré esperando.— Él dijo que Zayn era su niño, su amor.

Me quedé quieto. Totalmente congelado mientras veía las lágrimas descender por el pálido rostro de Niall. Los ojos azules me miraron, empañados y expectantes, esperando que sus palabras me golpearan.

—Oh, mierda. —Susurre.— Douglas, ese enfermo... él...

—Esta enamorado de Zayn. —Afirmó.— Esta obsesionado, por eso no quiere dejarlo ir.

Sentía el pulso en mis oidos mientras me ponia de pie y corría por el pasillo hacia la cocina. Zayn seguia sentado en un rincón con el telefono apretado en sus manos mientras sollozaba

suavemente. El verlo así, tan pequeño e indefenso me hizo preguntarme nuevamente como alguien fue capaz de lastimarlo. Douglas era un jodido enfermo.

—¿Zayn? —Susurré, sus ojos se elevaron mostrando esas preciosas gemas ambar empañadas en lágrimas.— Ven aquí, cariño.

Abriendo los brazos recibí el peso de Zayn cuando cruzo la cocina y se colgo como un monito a mi cuerpo.

—Liam, algo le paso a Niall. —Susurró en mi oido.— No contesta su telefono, algo le sucedio.

—Nada le sucedio, angel. —Lo tranquilicé.— Esta en la sala en este momento, él esta bien.

—¿En serio?

—Si, corazón, él esta allí. —Acaricié su cabello suavemente, tomando aire e intentando calmarme con la sensación de Zayn en mis brazos.— Zayn, debo preguntarte algo, ¿Si?

—Esta bien.

Secó sus lágrimas con sus manos, mirandome bajo sus pestañas.

—¿Douglas alguna vez se refirió a ti con algún apodo o nombre extraño? —Negó con la cabeza rápidamente antes de que se mordiera el labio, sabia que habia recordado algo.— ¿Que?

—Hubo una vez. —Susurró.— Él me llamo "mi amor" e intento besarme, no lo deje y me golpeo. Luego de eso jamás volvió a decirlo.

Hundí el rostro en su cuello, gruñendo mentalmente al darme cuenta de que no habría forma de mantener a Douglas lejos. Solo la carcel detendría al hombre y haría todo lo que estuviera a mi alcance para que lo encerraran lo antes posible.

—¿Que sucede, Liam? —Parpadeo hacia mi, bajando mi cabeza tome su labios en un dulce beso. Zayn se aferró rápidamente, enredando sus brazos en mi cuello mientras sus piernas se apretaban alrededor de mi cintura. Separandome, observé la mirada aturdida de Zayn con una sonrisa.

—No sucede nada, ángel.

Besos de Miel |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora