𝐈𝐈𝐈. (Corregido)

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Mirando la hora en su teléfono, se puso de pie y se echó el bolso al hombro, por lo menos no llegaría tarde a su clase de historia, esta clase se daba en el pabellón de ciencias sociales, al pie de la colina que había subido corriendo antes, atravesó el estacionamiento de la parte posterior del edificio y cruzó la calle, la cual estaba llena de gente.

A su alrededor los estudiantes paseaban en grupos o en pareja; era obvio que muchos de ellos ya se conocían. En vez de sentirse desplazado, había una bonita sensación de libertad en poder caminar a su clase sin ser reconocido.

Dejando de lado su fracaso de esta mañana, entró al pabellón y subió el primer tramo de escaleras, el pasillo de arriba estaba lleno de estudiantes esperando a que las aulas se quedaran vacías. Paso de evitando los grupos de gente riendo, esquivando a algunos que todavía parecían dormidos.

Encontró un hueco donde sentarse y vigilar su futura clase, se sentó cruzando las piernas, se frotó las manos contra sus jeans, emocionado por que comenzara su clase. La mayoría de la gente se aburriría de historia, pero esta era la primera clase de su carrera y era en lo que se quería especializar.

Y si tenía suerte, de aquí a cinco años, estaría trabajando en un frío museo, o una silenciosa biblioteca, catalogando textos antiguos o piezas arqueológicas, no era la más glamorosa de las profesiones pero era perfecta para él.

Mejor de lo que deseaba ser antes, un violinista profesional viviendo en New York.

Y esto era otra de las cosas por las cuales su madre se sentía decepcionada, todo ese dinero gastado en clases de violín desde que pudo tocar, desperdiciado después de que cumpliera catorce años.

Aunque lo echaba de menos, esa sensación de calma que te proporciona la música clásica, era solo que no podía ni imaginarse volviendo a tocar otra vez.

—Cariño ¿qué haces sentado en el suelo?

Taehyung levantó la vista y se le escapó una sonrisa al ver el reflejo de otra, amplia y deslumbrante, en la piel color canela de la atractiva cara de Hwasa. Se habían hecho amigos durante la orientación para los estudiantes de primer año y los dos iban a la siguiente clase juntos, además de Arte los martes y los jueves. Se había sentido cómodo con ella de inmediato, gracias a que era muy extrovertida.

Echó un vistazo a sus jeans, con pinta de caros, reconociendo el corte a medida.

—Se está muy bien aquí abajo, deberías acompañarme —dijo Taehyung con una sonrisa.

—Ah, no. No quiero que mi precioso culito se manche por sentarme en el suelo —apoyo la cadera contra la pared, a lado de Taehyung y sonrió —Espera ¿Qué estás haciendo aquí ? Creí que tenías clase a las nueve.

—¿Te acuerdas de eso? —preguntó Taehyung sorprendido, se habían dicho los horarios la semana pasada.

Le guiñó un ojo.

—Tengo una memoria alucinante para las cosas que no me sirven para nada —dijo Hwasa.

—Es bueno saberlo.

—¿Entonces ya te has saltado una clase? Eres un chico muy malo —dijo Hwasa con burla.

—Si pero es que llegue tarde, y odio entrar a clases después de que haya comenzado, así que supongo que mi primer día será el miércoles si no es que lo di de baja para entonces.

—¿Darlo de baja? Cariño, no seas estúpido, Astronomía es una clase demasiado fácil, yo me habría apuntado si no fuera por los malditos estudiantes de último año —renegó Hwasa

—Bueno, al menos tú no has atropellado a un chico en el pasillo mientras corrías para llegar a clase, chico el cual está también en esa clase súper fácil —dijo Taehyung suspirando.

𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora