𝐗𝐋𝐈𝐗.

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—¿Qué? —eso era lo último que Taehyung esperaba oír.

Jungkook se pasó la mano por el mentón.

—Te estoy diciendo que deberías confiar en mí y que me puedes contar lo que sea, pero yo no estoy haciendo lo mismo contigo. Y vas a averiguarlo en cualquier momento —dijo Jungkook.

Casi paralizado por la sorpresa, Taehyung rodeó la mesita y se sentó en el sofá, en el extremo opuesto a Jungkook.

—¿De qué me estás hablando Jungkook? —preguntó Taehyung.

Jungkook alzó la cabeza y su mirada reflejaba tal dolor que le atravesó el pecho a Taehyung.

—¿Te acuerdas que te dije que todos teníamos cosas en nuestro pasado de las que no nos sentíamos especialmente orgullosos?.

—Sí —respondió Taehyung.

—Te lo puedo asegurar por experiencia propia, solo pocas personas saben de esto —le dijo Jungkook y de repente Taehyung pensó en el día que se había enfadado con Jackson y en como había ido tras ese chico en la fiesta. Parecía que Suga le había dicho algo sin pronunciarlo realmente en voz alta —Y es la última cosa que quiero contarte en el mundo.

—Puedes decírmelo —lo animó Taehyung y a la vez se sintió un cobarde teniendo en cuenta todo lo que no le estaba contando, pero prefirió concentrarse en Jungkook —De verdad puedes hablar conmigo. Por favor.

Jungkook dudó un momento.

—Yo debería de estar terminando el año con Jackson, pero no lo voy a hacer —dijo Jungkook.

—Recuerdo que me dijiste que pasaste un tiempo sin ir a clases —le comento Taehyung.

Jungkook asintió.

—Fue en el segundo año, no había estado mucho en casa ese verano porque era el ayudante del entrenador de un equipo de fútbol, pero cuando iba a casa, mi hermana... estaba diferente. No sabía exactamente lo que le ocurría, pero estaba muy nerviosa y se encerraba en su habitación. Y según mis padres apenas pasaba tiempo en casa —continúo Jungkook.

El corazón de Taehyung dio un vuelco, esperaba estar equivocado y no intuir a dónde iba todo eso.

—Mi hermana siempre ha sido muy buena, ya sabes. Recoge animales abandonados, y haciendo caso a la gente, especialmente a los marginados. Incluso cuando era pequeña, siempre se hacía amiga del chico menos popular de la clase —las comisuras de sus labios se curvaron —Conoció a este chico. Era mayor que ella, un año o dos y supongo que su relación iba enserio, tan enserio como puede ir a los dieciséis. Lo conocí, no me gustó. Y no tenía nada que ver con el hecho de que estaba saliendo con mi hermana menor. había algo en él que no me gustaba nada —siguió Jungkook, mientras miraba al suelo, serio.

—Estaba en casa para las vacaciones de Acción de Gracias y me encontraba en la cocina. Saya estaba también, y estábamos tonteando, me empujó y le devolví el empujón, golpeándole el brazo. No fue tan fuerte, pero gritó como si realmente le hubiera hecho daño. Al principio pensé que estaba bromeando, pero había lágrimas en sus ojos, al final dijo que no era nada y terminé pasándolo por alto, pero la mañana del día de Acción de Gracias, mi madre entró al baño y la vio antes de que se tapara con la toalla.

Taehyung contuvo la respiración.

—Mi hermana... oh Tae —dijo Jungkook tapándose la cara —Estaba llena de moretones, los brazos, las piernas —apretó las manos hasta formarlos puños —Dijo que se había metido a unas clases de baile y era eso, pero todos sabemos que bailar no te provoca ese tipo de hematomas. Nos costó toda la mañana conseguir que nos dijera la verdad.

𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora