𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈.

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—Ah ¿si? —dijo Taehyung algo nervioso.

—Sí —Jungkook movió la mano, Taehyung sintió sus dedos acariciarle la cara.

Acto seguido Taehyung abrió sus ojo, topándose con Jungkook sonriéndole, no era una sonrisa muy amplia pero era linda —Me vas a echar de menos pero no lo quieres admitir —siguió Jungkook.

Taehyung no le respondió ya que intentaba no pesar en los siguientes cuatro días y entonces los dedos de Jungkook siguieron rozando la curva de su mejilla, y el castaño ya no pudo concentrarse en nada más. Bajaron por el contorno de su rostro, llegando hasta su barbilla, el aire se le escapaba lentamente de la boca mientras que uno de los dedos de Jungkook estaba apunto de alcanzar los labios del castaño.

—Yo si te voy a echar de menos —admitió Jungkook ladeando su cabeza.

Taehyung separó sus labios en un gesto instintivo.

—¿De verdad? —preguntó en un suspiro.

—Sí.

Taehyung terminó cerrando sus ojos para evitar llorar, él no tenía ni idea de porqué las palabras de Jungkook le afectaban tanto, pero lo hicieron, y por un pequeño un pequeñísimo momento, pudo admitir ante sí mismo que no quería que Jungkook se fuera. Eso solo empeoraba las cosas.

Pasaron algunos minutos y lo único que se escuchaba era el zumbido de la televisión. Jungkook repasó el contorno del labio inferior contrario, sin rozarlo pero acercándose cada vez más, provocando que Taehyung se preguntara si llegaría a tocarlo.

—Hablas en sueños —comentó Jungkook.

A la mierda el contorno de sus labios, Taehyung abrió los ojos.

—Ah, ¿si?

Jungkook asintió.

—¿Es una broma? Porque si me estás tomando el pelo te juro que te golpeare —amenazo Taehyung.

—No te estoy tomando el pelo corazón —aseguró Jungkook.

Taehyung se sentó y las manos de Jungkook se apartaron, se giró en el sofá para ver al azabache. Taehyung tenía el pulso acelerado por algo totalmente diferente.

—¿Qué he dicho?

—Nada importante.

—¿De verdad? —insistió Taehyung.

Jungkook se frotó la cara con las manos.

—Solo estabas murmurando, no me he enterado de nada de lo que has dicho —comentó Jungkook alzando la cabeza —Ha tenido su gracia solamente.

El corazón de Taehyung comenzó a recuperar su latido normal, al mismo tiempo que el miedo se alejaba, miró el reloj y vio que ya eran pasadas las tres de la madrugada.

—Tu instinto para adivinar la hora da un poco de pena —bromeó Taehyung.

—Supongo que debería irme a casa ya —comentó Jungkook alzándose de hombros y levantándose del sofá.

Taehyung abrió la boca para cerrarla después

—¿Qué iba a hacer? ¿Pedirle que se quedara? ¿Una pijamada en el sofá? Si claro, como si fuera a aceptar —pensó Taehyung.

—Ten cuidado con el coche —dijo Taehyung al fin, sin embargo se quedó mirando el sitio que Jungkook había ocupado.

—Lo tendré —comentó Jungkook, moviéndose tan rápido como pudo, se agacho tomando distraído a Taehyung, logrando plantarle un beso en la frente —Buenas noches Tae.

𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora