𝐗𝐋𝐕.

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Lo que Jungkook había estado esperando sucedió después de que Taehyung se quitara la camiseta y le enseñara su cuerpo. Había hecho que se sentara y le había puesto una manta en los hombros para taparlo. Estaban viendo una película de ciencia ficción cuando todo el alcohol que el castaño se había tomado decidió que ya no quería seguir dentro de él.

Quitándose la manta de encima se derrumbó sobre el regazo de Jungkook.

—Ay, Dios...

—¿Qué? Estás mal —Jungkook se levantó.

Taehyung se apresuró a ir al baño y cerrar la puerta tras el, se arrodilló, levantó la tapa y comenzó a vomitar. Todo su cuerpo lo acompañaba en las arcadas, las lágrimas se deslizaban por su rostro mientras temblaba.

Con todo el ruido que estaba haciendo, no escuchó cuando Jungkook entró al baño, pero ahí estaba, de rodillas junto a él. Su mano le acaricia la espalda, un roce continuo y relajante mientras le quitaba algunos cabellos de la frente.

Jungkook se quedó con el, murmurándole cosas que no entendía pero que lo hacían sentir mejor, incluso cuando solo le quedaba bilis por echar.

Cuando todo acabo, lo ayudo a apoyarse contra la bañera mientras tomaba una toallita y lo empapaba de agua. Se arrodilló, pasándole la toalla por la cara, al igual que había hecho la noche de Halloween y cuando había estado enfermo.

—¿Te encuentras mejor? —preguntó Jungkook.

—Un poco —susurró Taehyung mientras cerraba los ojos ante la intensidad de la luz —Ay dios me siento tan avergonzado.

—No pasa nada corazón —dijo Jungkook riéndose.

—Pero te has quedado ¿verdad? —se quejó Taehyung sintiéndose como un idiota —Sabías que me iba a poner mal y sin embargo estaba ahí yo, quitándome la ropa.

—Calla —dijo Jungkook moviéndole los mechones de la frente para pasarle la toalla —Aunque haya sido muy bonito verte vomitar hasta el desayuno, no ha sido la razón por la que me he quedado y lo sabes.

—¿Es porqué me deseas pero no cuando estoy borracho y vomitando? —dijo Taehyung cerrando los ojos y sintiéndose flotar.

Jungkook estalló en carcajadas.

—Si, tienes razón, eso ha sido bastante acertado.

—Solo era para asegurarme que estábamos hablando de lo mismo —murmuró Taehyung y se dio cuenta que todavía estaba en Jeans y sin camiseta, pero la verdad es que no le importaba, ya se preocuparía mañana.

—Pues no.

Taehyung abrió un ojo.

—¡Ja!

—Pensé que te haría gracia —dijo Jungkook pasándole la toalla húmeda por la barbilla.

—Esto se te da... muy bien.

—Mucha práctica —dijo Jungkook apartando la toalla, y tomando otra, repitiendo el mismo proceso —Unas cuantas veces me ha ocurrido lo mismo que a ti —le paso la toalla por el cuello, los hombros y los brazos —¿Quieres irte a la cama?

Taehyung abrió el otro ojo.

Jungkook negó con la cabeza y le apareció un hoyuelo en la mejilla.

—Deja de pensar cosas sucias Tae.

—Vaya —dijo Taehyung sonriendo.

—Sí, vaya —respondió Jungkook poniéndose de pie. Le dio la espalda y abrió el grifo del lavabo. Ahora estaba delante del castaño de nuevo con un cepillo de dientes preparado —Pensé que no te apetecería quedarte con ese sabor en la boca.

𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora