𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈.

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Las mariposas habían pasado del asunto de la cafeína a fumar crack y Taehyung oscilaba entre las ganas de vomitar y de recorrer frenéticamente su departamento.

Estaba siendo un poco exagerado.

Según Jungkook esto no era una cita, solo dos amigos quedando. Tampoco era para tanto, nada por lo qué estresarse, no es la primera vez que estarían a solas, solo que era la primera vez que se lo había pedido antes de presentarse en su casa.

Se duchó, por segunda vez en el día, recogió su apartamento y después se cambio de ropa tres veces, lo que fue un poco tonto a su parecer, porque al final se quedó con unos pantalones de chándal azul y un suéter de manga larga tejido al mismo color. Después empleó una cantidad inaceptable de tiempo en domar su melena para que le cayera en algunas ondas. Se maquilló un poco, se lo quitó todo y optó por un bálsamo de fresa.

(Imagen de referencia Este precioso y su carita de Tatamic amoooo)

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(Imagen de referencia
Este precioso y su carita de Tatamic amoooo)

Para cuando Jungkook llamo a su puerta, el solo quería estampar su cabeza contra la pared. Mientras que Jungkook estaba igual que siempre cuando entró en el piso; insoportablemente perfecto, llevaba unos pants tipo cargo negros, una camiseta negra, su gorra y en la mano llevaba una chamarra del mismo color. En la otra mano sostenía unos DVD junto con una bolsa que olía a comida china.

(Que bello por dios!!!! Imagen de referencia)

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(Que bello por dios!!!! Imagen de referencia)

El estómago de Taehyung rugió.

—¿Qué tienes ahí? —preguntó Taehyung.

—La materia de la que están hechos los sueños —respondió Jungkook sonriendo mientras Taehyung intentaba tomar la bolsa.

—¿Omelette de camarones? —preguntó Taehyung con una bella sonrisa cuadrada.

—Ajá —Jungkook puso la bolsa fuera de su alcance y Taehyung se apresuró a seguirlo hasta la cocina, como un niño hambriento —He traído un par de películas, no sabía que te apetecería ver.

Mientras Taehyung sacaba los platos del armario, lo miró por encima del hombro, Jungkook se quitó la gorra y se pasó una mano por el cabello, el azabache lo cacho mirándolo y le sonrió, Taehyung ruborizado dirigió sus ojos a otro lado.

𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora