Aguantar una clase de sociología de tres horas un martes por la noche no había sido tan malo como Taehyung lo había imaginado, pero para cuando salió, moría de hambre. Antes de volver a su apartamento se dirigió hacia una tienda de souvenirs, comprando una ensalada al gusto para llevar, con mucho pollo braseado y mayonesa.
El estacionamiento estaba abarrotado de coches, incluso habían dejado algunos en el terreno cercano a lado oeste del campus, y ahora que lo pensaba, no estaba tan lleno cuando él se fue a clase, se preguntó qué estaba pasando.
Logro encontrar un lugar casi a lado de la carretera, y mientras sacaba su llave, su celular comenzó a vibrar, sonrió cuando se dio cuenta que se trataba de un mensaje de Hwasa.
— <<El arte apesta>> —era lo único que decía el texto.
Riéndose Taehyung le contestó con otro mensaje a cerca de sus tareas, que era reconocer qué cuadros pertenecían a qué épocas y gracias a San Google que existía porque así era como pensaba hacer Taehyung su parte.
Salió del coche cogiendo su bolso y su comida. El aire estaba húmedo y pegajoso, ya se podía oler el otoño, Taehyung deseaba más frío, incluso que nevara.
Cruzó el estacionamiento dirigiéndose a su apartamento, él se alojaba en el piso más alto, el quinto y parecía que muchos estudiantes también vivían ahí, aunque no hubieran llegado hasta hoy, pero tan pronto como llegó a la acera, comprendió porque tantos coches.
La música reventaba, había un montón de luces encendidas y pudo oír fragmentos de conversaciones mientras subía las escaleras, al llegar a la quinta planta, encontró a los culpables de todo esto, el depa del otro lado del pasillo del que lo separaban otros dos, tenían una fiesta, la puerta estaba abierta y las luces y la música inundaban a todo el edificio.
Una leve envidia le revolvió el estómago a Taehyung mientras abría su propio departamento, pero las fiestas nunca terminaban bien para él.
Cerrando la puerta tras entrar, dejó sus cosas sobre el mueble, y se dispuso a cenar, rato después la fiesta seguía en marcha mucho después de que Taehyung se había terminado su no tan saludable ensalada, se hubiese puesto unos pantalones cortos y una camiseta de manga larga para dormir.
Unos pasos resonaron en el pasillo y más risas, Taehyung se apartó del espejo de su baño, camino al recibidor se dijo que era hora de dormir pero de repente se encontró dirigiéndose a su puerta, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, ni porque parecía estar tan curioso, pero todo parecía.... cálido y alegre allí afuera y todo lo de adentro era frío y aburrido.
<<¿Cálido y alegre?, Oh vamos está frío porque puse el aire acondicionado.>> —pensó Taehyung.
Abrió la puerta por impulso y miró hacia las escaleras, la puerta que daba paso a la fiesta todavía estaba abierta, Taehyung se quedó ahí de pie sin decidirse, pero este sitio no era su ciudad, nadie iba a darle miradas crueles o gritarle obscenidades, si acaso pensarían que era un chico raro por quedarse ahí en pijama viendo, medio saliendo de su depa.
—¡Trae a Bam de vuelta! —exclamó una voz familiar, con una risa profunda que hizo que su estómago se tensara —¡Carajo!
¡Reconocía esa voz! —Ay Dios mío... —Taehyung murmuró.
No podía ser no había visto su camioneta plateada estacionada afuera, pero claro había muchos coches y tampoco es que la hubiera ido a buscar.
La puerta se abrió del todo y Taehyung se quedó congelado, mientras un chico salía tambaleándose y riéndose al tiempo que dejaba una tortuga en el suelo.
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𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.
Fanfiction𝐇𝐚𝐲 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐚𝐥𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫, 𝐡𝐚𝐲 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐲 𝐡𝐚𝐲 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐚𝐥𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐥𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫... Jeon Jungkook con un...