𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.

𝐋.

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Taehyung se dio la vuelta, lo rodeó con sus brazos y lo besó como si no hubiera un mañana. Cuando por fin se apartó, los ojos de Jungkook eran de un negro más profundo.

—Gracias —dijo Taehyung.

Jungkook lo volvió a besar, suave y delicadamente.

—De nada —respondió Jungkook.

Taehyung le pasó las manos por la cintura y dejó caer su cabeza contra su pecho.

—¿Es macho o hembra? —preguntó Taehyung.

—Pues la verdad es que no lo sé. Supongo que lo averiguaremos por la forma de su caparazón, pero no tengo ni idea —respondió Jungkook.

Taehyung sonrió.

—Bueno, lo llamaré Yeontan, siempre quise una mascota que se llamara así.

Jungkook le besó la cabeza.

—Perfecto.

Taehyung se liberó de su abrazo y le sonrió.

—Ahora vuelvo —dijo Taehyung dirigiéndose al dormitorio, tomando el sobre y la tarjeta donde había metido las entradas. Cuando volvió al salón Jungkook estaba ajustando la lámpara del terrario. Se dio la vuelta u le dedicó una sonrisa —Feliz día de San Valentín —dijo Taehyung y le puso el sobre en las manos —No es tan cool como tu regalo pero espero te guste.

—Seguro que sí —con la sonrisa todavía en los labios, Jungkook abrió el sobre con cuidado y sacó la tarjeta, Taehyung no había escrito mucho, porque no se le ocurría que poner.

La sonrisa de Jungkook se hizo más amplia al sostener las dos entradas con la mano. Lo miró.

—Dios, Tae, es un regalo alucinante corazón —dijo Jungkook feliz.

—¿De verdad? —dijo Taehyung dando una palmada satisfecho —Esperaba que te gustara. Quiero decir, ya sé que no jugar fútbol es una mierda y espero que no te ponga triste ir a un partido y no tienes porque llevarme a mi...

Jungkook le cerró la boca como si estuviera hambriento. No hubo nada de lento en ese beso, era un nivel totalmente diferente de seducción.

—Por supuesto que te voy a llevar. Este regalo es perfecto —dijo Jungkook mientras le mordisqueaba el labio inferior de tal manera que el calor inundó al castaño dejándolo necesitado de más —Tú eres perfecto.

Una vocecita traicionera se abrió paso dentro de la mente de Taehyung <<Si supieras cuan lejos estoy de ser perfecto>>. Apartó esos pensamientos de él y se dejó llevar por el beso. No fue difícil, no cuando el azabache se lo estaba bebiendo como si le hubieran negado agua durante mucho tiempo.

Sus manos bajaron hasta las caderas del castaño y lo empujaron contra él. Lo sintió excitarse contra él, Jungkook era... muy sexual, así que ya no le sorprendía que se hubiese puesto duro tan pronto, pero si le asombraba que, a pesar de lo mucho que lo deseaba, nunca lo había presionado para hacer lo que él sabía que habría dado cualquier cosa por hacer.

Cuando su abrazo se hizo más fuerte, Taehyung le paso las manos por el cuello, parecía que habían llegado a una especie de acuerdo sin palabras, porque inmediatamente lo levantó en el aire y el castaño lo rodeó la cintura con las piernas. Taehyung gimió mientras sentía la excitación del azabache clavarse contra la suya, y sus lenguas bailaban juntas.

Jungkook comenzó a caminar, y la sangre de Taehyung comenzó a hervir, sabía a donde se dirigía y la emoción y los nervios batallaban dentro de él. Lo dejó sobre la cama y se inclinó hacia atrás, ocupándola.