Parecía de locos que estuvieran en Seúl dos días después, pero ahí estaban, alojándose en un hotel no demasiado lejos de la casa de los padres de Taehyung.
Sin querer dejarlo hasta el día siguiente, se pusieron en camino después de dejar las maletas. Taehyung no les había avisado que iba a venir a Seúl, así que no tenía idea de si iban a estar en casa.
Jungkook dejó escapar un silbido mientras entraban por el camino privado que rodeaba la casa, dejándola a la vista.
—Caramba, eso sí que es una casa —dijo Jungkook.
—Lo cierto es que no —dijo Taehyung mientras su miraba se posaba en el inmaculado césped y la mansión —Tus padres tienen un hogar. Esto es solo una concha vacía y muy grande.
Jungkook estacionó el coche de alquiler cerca de la fuente de mármol que burbujeaba. Al verla sonrió.
—No creo haber visto una casa con fuente propia en el jardín en toda mi vida —dijo Jungkook.
Taehyung respiro hondo.
—Puedo hacer esto.
—Claro que sí —le apretó Jungkook la rodilla con cariño —¿Estás seguro de que no quieres que entre?
—Sí —lo miró y le sonrió, por supuesto que quería tenerlo a su lado —Necesito hacer esto solo.
Jungkook se arrenallo en el asiento.
—Si cambias de idea, mándame un mensaje y estaré allí más rápido que flash.
Taehyung se acercó a él y lo besó.
—Eres maravilloso —dijo Taehyung sonriéndole.
Los labios de Jungkook se presionaron contra los del castaño.
—Tu también —respondió Jungkook.
Taehyung lo besó una vez más y después abrió la puerta y salió del coche. Si se hubiera quedado ahí un momento más, habría cambiado de idea. Mientras cerraba la puerta Jungkook lo llamó.
—Solo recuerda que no importa lo que te digan, nada cambia el hecho de que eres un hombre hermoso, y fuerte y que nada de lo que ocurrió fue culpa tuya.
Los ojos de Taehyung se llenaron de lágrimas y una renovada decisión se abrió paso en el.
—Gracias.
Jungkook le guiñó un ojo.
—Y ahora, a hacer cosas buenas.Taehyung le dedicó una sonrisa lacrimosa, se dio la vuelta y se encaminó hacia las escaleras que subían hasta el porche. El ventilador del techo removía el aire caliente y le alborotó el cabello. Fue a llamar a la puerta, pero se detuvo. Metió la mano en su bolsillo y sacó una llave. No necesitaba llamar.
La puerta se abrió y echando una última mirada hacia donde estaba Jungkook, entró a la casa de sus padres.
Nada había cambiado. Esa fue su primera impresión mientras cerraba la puerta tras él. Todo estaba limpio y reluciente. No había ruidos ni olores. Nada que te diera la bienvenida en aquel frío recibidor.
Taehyung se acercó a donde estaba el candelabro de techo dorado y entró en lo que antes era el salón.
—¿Papá? ¿Mamá? —habló Taehyung.
Silencio.
Taehyung suspiró mientras rodeaba los sofás blancos en los que nadie se sentaba por miedo a que su madre le diera un ataque. Miró en el comedor y en la otra salita. Después de ojear el despacho y la cocina subió a la planta de arriba.

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𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.
Fanfiction𝐇𝐚𝐲 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐚𝐥𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫, 𝐡𝐚𝐲 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐲 𝐡𝐚𝐲 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐚𝐥𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚 𝐥𝐮𝐜𝐡𝐚𝐫... Jeon Jungkook con un...