𝐘𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐫𝐞́.

𝐋𝐕𝐈𝐈.

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Al meterse en la ducha la mañana siguiente, el agua caliente cayó sobre sus músculos deliciosamente resentidos. Taehyung se volvió hacia la regadera de la ducha, haciendo que el agua resbalara sobre su cara. La noche anterior..., toda la noche. Una gran sonrisa adornó sus labios. Había sido genial. No solo el sexo —y el sexo había sido maravillosamente genial —sino todo lo que había venido después. Ambos se sentían más cerca del otro y de lo que habían estado antes y lo que los había juntado no era el hecho de hacerlo.

Era el poder de confiar completamente el uno en el otro.

Taehyung escuchó que se corría la mampara de la ducha, abrió los ojos y vio que Jungkook se metía a su lado, completamente desnudo, Taehyung bajo la mirada.

Estaba duro.

Las mejillas se le enrojecieron mientras cruzaba los brazos por encima de su cuerpo, tímido. Sí, se sentían más unidos, pero eso no significaba que sentirse desnudo a la fría y resplandeciente luz del baño no lo intimidara.

—Eres precioso —dijo  a jungkook sonriendo ligeramente mientras le apartaba los brazos —¿Tratas de esconderte?

—No todos hemos sido bendecidos con tu autoestima —respondió Taehyung.

—Vaya —el pulgar de Jungkook le rozó el pezon, duro como una piedra, le besó la comisura de los labios mientras sus manos ascendían por sus brazos. El agua le bajaba por la espalda al castaño —Me sentía muy solo, así que pensé en hacerte compañía.

—¿Te sentías solo? —se acercó Taehyung al azabache.

—Sí —Jungkook dejó que sus brazos rodearan la cintura del castaño, salvo la distancia que los separaba, sus cuerpos resbaladizos se juntaron y ciertas partes del cuerpo de Taehyung se pusieron muy felices por ello.

—He pedido el desayuno, tenemos unos veinte minutos —dijo Jungkook.

—¿Veinte minutos para ducharnos? —preguntó Taehyung sonriendo.

—Para eso solo necesitamos unos minutos —respondió Jungkook.

—¿Y qué pasa con el resto?

Jungkook no le dijo como quería pasar el resto del tiempo. Se lo demostró... a detalle. Lo besó una vez más antes de que su boca se apoderara del pezon del castaño.

Un río de lava comenzó a descender al estómago de Taehyung, mientras Jungkook lo ponía de lado, el agua cayendo sobre ambos. Mareado, sus manos se dirigieron al cabello mojado del azabache, se le escurría de entre los dedos como si fuese seda.

Jungkook deslizó su mano hacia el nudo de Taehyung, mientras su boca reclamaba la de él. Jungkook sabía cómo tocarlo, cómo hacerlo llegar al límite.

—Sujétate —le ordenó Jungkook.

Taehyung le pasó los brazos por el cuello y se le escapó un jadeo mientras lo levantaba en el aire, con la espalda contra los azulejos mientras se abría paso dentro de él. Se unieron con un ritmo lento que estaba abrasando a Taehyung, sus gemidos llenaron el baño mientras las caderas del azabache se movían.

De algún modo terminaron fuera de la ducha, la espalda de Taehyung contra el frío suelo y Jungkook encima de él, su cuerpo moviéndose contra el del él, los muslos de Taehyung apretándolo mientras el agua de la ducha seguía cayendo. Una mano lo agarraba del miembro en un vaivén mientras la otra estaba enterrada en sus caderas. La boca de Taehyung estaba ardiendo y era exigente.