16. Manoseada.

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Luna.

Ver el terror en sus ojos cuando se dió cuenta que en realidad las entradas eran para una película de terror, me género mucha felicidad.

Después de que me insultara de distintas maneras, se pegó al asiento, resignada y con los brazos cruzados.

—Miedosa. —le susurré soplandole el oído y dió un salto.

Se dió vuelta y quedamos cara a cara.

Me mié, pero debo pretender que no.

—Mentirle a la gente está mal ¿Sabes eso? —preguntó y comenzó la introducción llamándole la atención, de un susto, obvio.

—Depende, si te decía que íbamos a ver una película de terror no hubieras aceptado. Es una mentira piadosa.

—Me caes mal igual.

—Claro.

Me alejé de ella y tomé un poco de coca (no la que se aspira, obviamente).

Esperé unos cinco segundos masomenos.

—Mentirosa. —susurré dura como un muerto en mi asiento.

Se dió vuelta y me miró de arriba abajo.

Admito que eso me intimidó.

—¿Qué dijiste? —preguntó con un tono de autoridad.

—Que, que mal que no trajiste falda. —volví a tomar mientras me miraba raro.

—¿Eh?

—Nada.

Era imposible que entendiera tan pocas veces lo que quería decirle para molestarla.
No era divertido si no sabía el contexto de las bromas.

Había que enseñarle, está chiquita.

Volvió a concentrarse en la película y solo me reí.

Se asustó más veces de las que pude contarlas y creo que fui la única en esa sala que se rió las dos horas que estuvimos ahí.

Era tan estúpido y gracioso que por algún ruido fuerte o aparición de repente en la pantalla la asustara.

Y no voy a negar que la asusté varias veces a propósito.

En un momento en el que dejó de gritar, no por mi culpa, desgraciadamente; y se quedó relativamente "tranquila" sentí mi celular vibrar y lo revisé.

De: El abandonado.

Otra vez olvidaste avisarme dónde ibas mocosa.

Lidia encontró un bosque para pasear ¿Se suman?

Es después de la carrera, para que descansen 😀

¿Se suman?¿En plural?

Se cree que quiero ir a un espacio al aire libre y peor, con Cony.

Pobre hombre inocente.
 
Apagué la pantalla y cuando levanté la vista Cony me miraba raro.

—Que toxica —comenté y guardé mi celular— ¿Quieres ir? —le pregunté y se encogió de hombros.

—Estoy segura de que van a pasar muchas cosas después de esa carrera —suspiró relajándose en su asiento—, así que si tienes en mente no molestar, acepto.

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