28. Bésame.

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Cony.

—Oye ¿Alguna vez tuviste un pato?

La miré confundida y solté una risa.

—No ¿Por qué tendría un pato?

Se encogió de hombros y movió su vaso en círculos para revolver el líquido de adentro.

—Yo tuve uno, se llamaba Caldito.

—¿Caldito? —pregunté.

Nunca había escuchado un nombre así.

—Es que mi abuela siempre decía que lo iba a hacer caldito...—contó con diversión y solo pude levantar las cejas.

—Oh.

—No te deprimas, ya lo superé, vamos a bailar. —me agarró de la mano y me arrastró por la pista.

Ella caminaba adelante y solo me concentré en lo suave que era su mano.
La ví caminar, con una facilidad increíble a pesar de que tenía esos semejantes tacones.

Se veía más alta de lo normal y eso me intimidaba.

Bailamos un par de canciones, no las conocía mucho porque acostumbraba escuchar música mayormente en inglés y encima pop.

Así que pasaron unos largos minutos donde me dediqué a ver a mi acompañante para básicamente no aburrirme.

Y en mi defensa, a ella tampoco le generaba mucha diversión la música.

Estuve a punto de considerar ir por un trago, pero empezó a sonar "Rompe" de daddy Yankee.

Una canción que conocía bastante bien.

Pero parecía que Luna conocia mejor el terreno...

Me tomó de la cintura y no pude evitar la sorpresa que me causó, pero me relajé después de unos segundos y bailó con su cuerpo pegado al mío.

Sonreí con diversión por la gracia que me causaba que tuviera tanta energía.

Flexionó las rodillas y bajo unos treinta centímetros moviendo sus caderas al ritmo de la música y a la vez que la letra decía "rompe" varias veces.
Quedó con su cara a la altura de mi pecho y la ví sonreír mientras se movía.

No me quedé inmóvil como lo hubiera hecho en otras ocasiones, sino que tomé sus manos y las extendí a los lados mientras movía mis caderas y la acerqué a mi.

Choqué con su cuerpo varias veces, pero era inevitable por lo extremadamente cerca que estábamos.

Se enderezó luego de unos segundos y acercó su rostro demasiado a mi, no con intención de besarme, solo se acercó a mi con una sonrisa divertida.

Sonreí con solo verla y nuestras narices se rozaron.

Se notaba que los vasos de alcohol que había tomado le estaban haciendo efecto, ya que levantó la cabeza y con los ojos cerrados seguia bailando.

Me quedé embobada mirándola, a tan poca distancia podía verla perfectamente a pesar de la poca luz que había y los reflectores de colores que alumbraban fugazmente su rostro.

Se me revolvió el estómago como cuando me dió el beso después de la carrera y no pude evitar ver sus labios con deseo.

Volví a la realidad cuando la canción cambió y ella se movió repentinamente.

El ritmo era completamente distinto y me causó gracia que la primera frase fuera:

"Atrevete-te-te, salte del closet"

La ví a Luna reírse y negar con la cabeza con diversión.

Se separó de mí y las dos atinamos a hacer el mismo movimiento.
Menear las caderas y el pecho mientras extendimos los brazos.

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