«Todo comenzó por un simple choque»
Una mañana una chica iba de camino a la pista de carreras para unas practicas, pero el colmo fue que chocaran su auto por la parte de atrás.
La responsable de ese choque era otra chica, una muy linda y que también...
Yo estoy bien, solo paso a dejarles un dibujito de Luna y Co 💕
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🏁¿Extrañaron GSC?🏁
😈Sin comentar más, los dejo leer este hermoso capítulo...
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Luna.
—¿Después de esto me vas a dejar tocar..? —casi pregunto, pero me interrumpió.
—¿Quieres que te pegue con un hielo o vas a manejar? —habló y levanté las cejas.
—"Tocar a tocar una canción" —terminé indignada—, sé tocar el bajo ¿sabes? No sé porque piensas que siempre estoy pensando en cosas indecentes.
Encendí el motor y me miró mal.
—O sea sí —dije con un poco de diversión—, pero no en este momento.
Escuché el ruido del motor y todavía sentía la mirada de Cony en mí.
—Bueno quizás sí estaba pensando en eso. —admití.
—Todavía tengo que pensar cómo hacer que dejes de estar horny. —comentó y agarré el volante mientras me reía.
—Podemos dejar esto para después ¿Sabes? —hablé dudosa, refiriéndome a manejar—, creo que mañana voy a estar más tranquila.
—Pasaron meses, Lu —dijo con tranquilidad—, y sigues diciendo lo mismo cada vez que lo intentas. Así no vas a llegar a ningún lado.
—¿Y si la prensa se entera? —pregunté— Sería un escándalo y...
—¿A qué le temes? —me interrumpió.
—¿Cómo?
—¿A qué le temes? —repitió y fruncí el ceño— ¿Por qué no quieres manejar?
Me recliné en el asiento y apagué el motor.
En todos esos meses solo le había dicho que quería tiempo para pensar, que en la terapia hablaba de lo que había pasado ese día y que al subir a un auto solo me daba impresión.
Pero eso no era todo.
—No voy a seguir presionándote para que manejes, pero quiero saber la respuesta de esa pregunta...—dijo con la misma calma que antes.
—No quiero volver a chocar —confesé sin querer verla a los ojos—, no quiero volcar, no quiero verte a mi lado sostenida de ese cinturón y que esa sea la única protección que tengas. Porque yo no podría protegerte.
—No fue tu culpa —dijo y apoyó una mano en mi muslo—, yo no me lastimé en ese choque, lo que pasó después es distinto.
—Tienes una pequeña cicatriz en el mentón, Co —suspiré—, la veo cada mañana y por más pequeña que sea está ahí.
