Ganar Su Corazón

30. Le rompo la cara, pero con cariño.

Cony.

Suspiré mientras Erik contaba los "contactos" que tenía para solucionar el tema de las cámaras.

Me pareció raro, pero como nos iba a ayudar, no opiné.

Sabía que era peligroso, muy peligroso, pero en caso de que la policía nos atrapara pensé que sería algo justificado con...¿Legítima defensa?

¿O no?

Además la pena por carreras ilegales no era tanta, o al menos eso sabía.

O supuse.

Ví a Luna, tenía toda su atención en Erik mientras el explicaba.
Me distraje con ella y minutos después sentí que Bella me tocó el hombro.

Para ese momento ya me había sentado en el mismo sillón donde ella estaba sentada en el respaldo.

—¿Con qué autos esperas hacer esto? —me preguntó y me tomó desprevenida.

—No lo sé, la prensa conoce todos nuestros autos. —comencé a dudar.

—Compremos otros. —sugirió Luna, la cual pensé que no estaba escuchando la conversación.

—¿Estás loca? —soltó el pelirrojo—, un auto que sirva para carreras sale millones.

—Los tengo. —se encogió de hombros.

—Todos aquí tenemos ese dinero —dijo Erik—, pero creo que es mejor hacer equipos y comprar dos autos.

Asentí, era una buena idea y sería más fácil confrontar a Smash.

—Puedo ir con Bella, fue mi compañera por años así que hacemos buen equipo. —sugerí y recibí una mirada por parte de Luna.

—¿A sí? —preguntó y asentí—, que bueno.

Noté que ese "que bueno" sonó igual de falso que cuando en la secundaria decia que era hetero.

—En realidad pensaba en que Bella se quede en el lugar, debemos tener ojos donde no estemos. —explicó Erik.

—Ademas soy mejor en la táctica. —agregó  Bella.

Creo que el perro rabioso que tengo la asustó.

—Me parece bien. —dije.

—Entonces, yo voy con Issac. —decretó Erik.

—¿Conmigo?

Cruzaron una mirada y hasta pude oler la homosexualidad.

—¿Hay algún problema? —preguntó casi preocupado.

—No, no, solo fue inesperado.

Alcé una ceja.

Estuvimos planeando lo que íbamos a hacer durante más de dos horas, pero llegó un momento donde hicimos una pausa para ir a comer algo.

—Solo nos falta definir cuándo lo haremos —dijo Bella del otro lado de la isla de la cocina—, ten.

Me entregó un paquete de galletas y lo apoyé en el mármol.
Lo miré pensando en si debería comer.

—Creo que lo mejor sería lo antes posible. —dijo Issac y se apoyó en la isla tomando café.

—Smash dijo que tenía una semana, y ya vamos tres días. —habló Luna a mi lado.

—¿Qué les parece hoy? —sugirió Erik.

Todos nos volteamos a verlo y se encogió de hombros.

—¿Qué? Si quieren podemos hacerlo. Puedo conseguir los autos para las siete.