Espina de Rosas🌹 {TERMINADA}

CAPÍTULO 22

Me miro frente al espejo y me doy un último repaso.

Para esta noche había optado por un vestido corte griego rojo, de escote en V profundo y, ajusta mi cintura para seguir con una la falda vaporosa pero ligera. Lo completan mis sandalias del mismo color y algunos accesorios.

El maquillaje dramático era la guinda del pastel.

Debía verme impecable. El torneo que se llevara a cabo en el casino es importante. Las sumas a disputar son ridículas. Se manejan seis cifras.

Hoy fue un día algo agitado. Kamal me había llamado hace un par de horas, y me informo que, le encontraron una ubicación segura al imbécil de Greg y se quitaron de encima al hombre que lo vigilaba.

Greg no puso mucha resistencia después de que Kamal le diera su dosis de realidad al pobre diablo.

Satisfecha con mi apariencia, tomo el bolso estilo sobre donde tengo algo de maquillaje y mi móvil.

Salgo de la habitación. Cierro con llave la misma, agradecí mucho a Peter cuando me encontró la llave para la habitación. No confió en Nancy. Menos en su perro.

Estoy bajando las escaleras, cuando veo a Tristán de pie en el vestíbulo hablando por teléfono. No me ha visto, así que me da un momento para apreciar lo bien que se ve. Viste un esmoquin y su cabello está peinado de manera severa. Dejando al descubierto sus rasgos.

Lo que me dice que, él también estará en el torneo.

Cuando llego a mitad de la escalera, sus ojos se fijan en mí.

—Sí. Por supuesto que lo es—murmura mientras me observa con detenimiento—Te hablo después y te aviso lo que decida.

Cuelga y me mira serio al tiempo que guarda su móvil.

—Supongo que vas de salida al hotel.

—Supones bien—respondo antes de pasar por su lado. Sin embargo. Da un paso adelante y me bloquea el paso.

— ¿Sucede algo? —frunzo el ceño ante su gesto.

—Bien, podríamos ir juntos.

— ¿Por qué quería ir contigo, después de que no me dijeras que el evento se estaba llevando a cabo?

Hace una mueca.

— ¿Quieres la verdad?

—Preferiblemente—me inclino hacia adelante—Si es que, los Harrison pueden con la verdad.

Le doy una sonrisa sarcástica y, él me atraviesa con la suya.

—Te crees graciosa, ¿No?

—En ocasiones—me encojo de hombros.

—No te dije lo del tornero, porque simplemente lo olvidé—murmura al fin.

— ¿De verdad?

Resopla

—Las últimas semanas, han sido algo movidas para esta familia—inclina la cabeza hacia adelante—Sabes a qué me refiero.

—Entiendo.

—Bien. ¿Te llevo?

No respondo, paso por su lado y salgo de la casa. Raúl me espera de pie fuera del vehículo y Tristán me pisa los talones.

—Puedes tomarte la noche libre, Raúl—miro a Tristán—Me iré con el señor Harrison.

En sus labios baila una sonrisa que, no quiero interpretar como alegría.

Más bien. Está aplicando eso de «A los amigos hay que mantenlos cerca y, a los enemigos, aún más»

Subimos al auto y, cuando el espacio cerrado nos envuelve, siento la tensión instalarse en su cuerpo.