—¿Cómo, qué te vas?
Kamal está de pie en medio de la habitación, mientras me ve empacar.
—Como lo oyes— respondo sin mirarlo—Ya conseguí un boleto de regreso a Nueva York. No tengo nada que hacer aquí.
Empaco mis cosas del baño.
—¿Cómo qué no? —gruñe— ¿Tristán?
La sola mención me oprime más el corazón.
—No hay nada— lo miro—No me quiere a su lado.
Tiene las manos en su cintura y, me ve como si me hubiese salido una segunda cabeza.
—¿Qué? —niega—Eso es imposible.
—No puede soportar que, fui el detonante para la ruina de su familia—respiro profundo —Dio un paso hacia atrás—murmuro.
—Gala—dice este con pesar.
—No quiero lástima de nadie—saco mis pijamas y las arrojo en la segunda maleta.
—Iré a hacer mi maleta.
—No—lo corto—Te necesito aquí para que manejes el negocio—me aclaro la garganta —Voy a necesitar a alguien que trabaje con Tristán en el hotel. Además, no puedo pedirte que dejes a Sofía.
Parece realmente aliviado con mis palabras.
—Gracias.
Sonrío a pesar de todo
—No me des las gracias—me acerco—Yo, soy la que debo darte las gracias por siempre estar conmigo, como amigo y mano derecha.
—¿Qué harás ahora? —susurra.
—Estaré en casa un rato y luego creo que me iré de vacaciones—me encojo de hombros —Ahora que mis propósitos aquí fueron cumplidos no me queda nada.
—¿Cómo qué te vas? —irrumpe Sofía.
—Así, es — ladeo la cabeza poniendo una máscara de serenidad. Algo que no siento —Una cosa, Sofía—digo antes de darme la vuelta y terminar de empacar—Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras—titubeo—lo mismo para Tristán.
—No me parece justo.
—La vida no es justa, cariño—cierro las maletas.
—Me gusto conocerte más, y ver a esos hermosos niños. Dales un beso de mi parte.
Ella asiente con lágrimas.
—No llores—digo posando mi mano en su brazo—Te encargo a Kamal—susurro—Solo quiérelo, como él a ti.
Me regala una sonrisa.
—Lo haré.
—Bien.
Kamal sale con las maletas, seguido por Sofía. Miro alrededor y una lágrima rueda. La limpio antes de salir de la habitación. Titubeo frente a la puerta de Tristán, pero alejo la idea y bajo.
En el vestíbulo, me espera Peter.
—Gracias por todo, Peter.
—El placer fue mío, señora, y espero verla de nuevo.
—Adiós—digo, en cambio.
Afuera, Raúl me espera con la puerta abierta.
Le doy un abrazo a Sofía y otro a Kamal, que tiene cara de pocos amigos.
—Voy a estar bien—digo.
Sí. Miéntete. Eso ayudará a tu corazón.
¿No puedes callarte? Le gruño a mi estúpida conciencia.
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Espina de Rosas🌹 {TERMINADA}
Roman d'amourConocí a corta edad lo que es la traición. La peor, por parte de la persona que amaba sin importar lo que eso representaba. Él, accedió a las demandas de su familia y me dio la espalda. Fui humillada y señalada. Ahora, es el momento de saldar unas...