Espina de Rosas🌹 {TERMINADA}

Capítulo 34

La mano de Tristán está fría. Extrañamente fría.

Me renuevo en la cama, pero las extremidades no me responden.

¿Cama?

Lo que sucedió me golpea como un tsunami.

La mañana con Tristán. Él dejándome en la mansión, yo escuchando las grabaciones, la confesión de Greg, Nancy entrando a mi habitación junto a Black...

Me remuevo, pero no veo nada. No sé dónde estoy. Alejo el miedo que quiere instalarse en mí y me renuevo para darme cuenta de que estoy atada. Además de tener una cinta cubriendo mi boca.

De repente. La luz se enciende y grito, al ver frente a mí a Greg que tiene una bolsa plástica alrededor sé su cabeza.

Mi grito se mezcla con el llanto y la impotencia.

Una risa se filtra a través de mi grito.

— Pensé, que estarías cómoda, acostada junto al traidor de Greg.

La voz de Nancy está llena de sarcasmo. Levanto la cabeza y me doy cuenta de que estamos en la cabaña. Ella, está de pie en medio. Sus ojos azules, iguales a los de Tristán, me fulminan con la mirada.

Da un par de pasos al frente. Me renuevo cuando se acerca.

— Al principio, me pareció inverosímil que tú seas esa mocosa— la fulmino con la mirada — Te subestimé— niega—Te creía una estúpida y terminaste siendo una puta arribista.

La maldigo a través de la cinta, pero no entiende nada de lo que digo.

Se ríe.

— Voy a terminar contigo, como debí hacerlo diez años atrás— murmura. Una sombra llama mi atención y encuentro a Black cargando unos recipientes de gran tamaño.

La miro con los ojos abiertos.

— Te voy a quemar, así como lo hice con tu padre.

¡Maldita!

— ¿Qué? — inquiere llevándose una mano al oído— Lo siento, ¿Qué dijiste?

Alarga una mano y de malos modos, arranca la cinta haciéndome gritar.

— ¡Maldita enferma! — grito antes de sentir como su mano impacta con mi rostro—¿Cómo puedes dormir por las noches? Después de hacer todo lo que has hecho.

— Fácil, querida — se ríe— Con práctica— pone los ojos en blanco— No seas dramática. Yo, soy una mujer que no se anda con rodeos. Soy benevolente, te he traído a morir a este lugar. El mismo, que debí quemar contigo esa tarde.

Me toma del cabello con fuerza, causándome daño y sisea frente a mi rostro.

— Eres un maldito estorbo que estoy dispuesto sacar de mi vida.

— ¡Mataste al padre de tus nietos! —gruño sintiendo asco de este ser humanos tan despreciables.

— Greg era un imbécil. Mis nietos van a agradecerme cuando sepan que ha muerto.

— ¡Estás loca!

— Ay, ya. No seas estúpida.

Se aleja de mí y sus zapatos de tacón hacen eco en el piso de madera.

— Black, fue generoso— habla tomando uno de los recipientes con el líquido inflamable.

Intento desatarme. Pero, es inútil.

— Estate quita— gruñe y saca un arma de la cinturilla de su pantalón.

— ¡Vete a la mierda! —gruño— ¡Maldita hija de puta! —Ahogo un grito cuando suelta un disparo al aire.