CAPÍTULO 12

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«Se encontraron restos de amoniaco que, en contacto con complejos moleculares que contenían yodo...»

Leo el informe de los bomberos una y otra vez. Antes de que una lágrima rueda libre por mi mejilla.

El incendio fue ocasionado. Alguien se tomó el tiempo de introducir el químico y luego dejar encerrado a mi padre, por ese motivo no pudo salir a tiempo de la tienda.

Me limpio las lágrimas con rabia.

No me cabe la menor duda de que Nancy Harrison tiene que ver mucho en este asunto.

Necesito saber más y solo se me ocurre una persona para esto.

Lucrecia Martínez.

La mujer que me encontré anoche frente al edificio en ruinas. Estoy segura de que ella sabe algo y lo voy a averiguar.

Tomo el informe y salgo de la oficina obviando a todos.

Cuando llego al vestíbulo me encuentro con Tristán que también está saliendo

—¿Te vas? —inquiere estudiándome—No es muy temprano para dejar la oficina.

—Volveré en un par de horas—digo sin darle una segunda mirada y seguir mi camino.

—Gala—dice en tono bajo.

Ignoro a las personas que entran y salen del hotel y lo miro.

—Gracias por lo que has hecho por mi familia.

—No me agradezcas todavía, Tristán—mi tono es frío—No soy una mujer que tolera las injusticias— él frunce el ceño—Muy pronto lo entenderás—murmuro.

Con eso, salgo del hotel y ya el chofer espera en la entrada. Subo y este sale.

—¿A dónde la llevo? —inquiere mirándome a través del espejo retrovisor.

—Summerlin South—anuncio.

Este asiente. Esta vez es diferente, el camino se me hace largo. Y, treinta minutos después, estacionamos frente a la tienda de Lucrecia.

El nombre sigue pareciéndome algo divertido.

"Casa Arcana"

Cuando entro a la tienda de Lucrecia. La campanilla hace su trabajo y me encuentro rodeada de hierbas, esencias y otros objetos que no reconozco.

El ambiente es dominado por el sándalo.

No hay nadie en la tienda, lo que me es un logro.

—¡Enseguida estoy con usted! —Escucho detrás de la tienda.

Avanzo por la misma y tomo un pequeño frasco que dice romero.

—Te esperaba —escucho la voz de Lucrecia.

Me doy la vuelta y me encuentro con la mujer.

Viste de manera extravagante, con su falda larga estilo gitano, una camiseta sin mangas y encima, una bufanda decolores que cuelga sobre sus hombros, las sandalias planas no hacen ruido sobre el piso de madera.

Lo único que la delata, son las múltiples pulseras que lleva.

—Sabes que tengo una duda que resolver—la miro de soslayo.

Ella asiente.

Camina hasta la puerta, voltea el cartel que antes decía abierto y cierra con llave.

—Ven conmigo, Emma—dice en voz baja.

Doy un respingo cuando el nombre sale de sus labios.

Sin embargo, la sigo. Pasamos una cortina y me encuentro un cuarto con poca iluminación rodeado de algunas velas. Estanterías. Y, en el centro, una pequeña mesa redonda y dos sillas.

Espina de Rosas🌹 {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora