CAPÍTULO 24

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La bebida fluye y el juego está en su cúspide. Emir y, un hombre mayor llamado Alejandro tienen la mayor parte del botín. La verdad me ha sorprendido.

Las apuestan se han doblado y la tensión cada vez es más palpable. Hay mucho dinero sobre la mesa. Un par de hombres se han retirado y la batalla continua.

Pero. En realidad, la situación me está aburriendo. Así que, me pongo de pie y con una copa en la mano paseo por la sala.

Mi mirada se va hasta Tristán que está mirando la pantalla de su móvil con el ceño fruncido. De repente se pone de pie y sale de la habitación sin siquiera mirar atrás. Le hago una seña a Kamal de que vigile.

Cuando asiente. Sigo a Tristán.

Lo alcanzó cuando baja las escaleras y se dirige al vestíbulo. Cuando llega allí. Mira alrededor y pasa su mirada por las personas que entran y salen del hotel. Hasta que la posa en una mujer ataviada en un elegante vestido blanco, corte griego. Su rubio cabello está en una trenza dándole un aire etéreo.

Veo como Tristán avanza y la mujer lo mira con una sonrisa triunfal.

Es cuando la reconozco.

Raquel.

La aun esposa de Tristán.

Detrás de una de las columnas del vestíbulo observo.

Tristán llega hasta ella, lo veo detenerse con los brazos cruzados. Él dice algo y el semblante del rostro de la mujer cambia a una mirada de ira. Dice unas cosas y Tristán la toma del codo sacándola de la curiosidad de los huéspedes.

Veo como la lleva con destino a las oficinas. Cuando lo pierdo de vista, dejo la copa a un lado y voy detrás.

—¿Qué haces, Gala? —murmuro cuando estoy a mitad de camino. Sin embargo, sigo a la pareja.

Quiere matarte tu sola, al comprobar que Tristán sigue manteniendo una relación con su esposa.

Maldita voz interior.

—¿A mí, qué me importa? —siseo y me doy la vuelta cuando escucho las voces.

—No—dice la mujer—Eres mi esposo y, nada más, quiero que continuemos siéndolo—el tono de la mujer es decadente—No seré una mujer divorciada ante el resto de mi familia.

—Has dejado los medicamentos de nuevo. ¿No es así? —gruñe Tristán.

Escucho el distintivo sonido de un golpe.

—¡Eres un idiota! —grita la mujer fuera de sí— ¡¿Ves lo que me haces hacer?!—continúa. Me inclino y me atrevo a asomar la cabeza, para ver a la pareja discutir en medio del pasillo—si me dejas. ¡Me voy a suicidar!

¿De verdad?

—Sabes que lo nuestro no funciona—Tristán abriendo los brazos de manera exasperada —Me canse de tus chantajes. ¡Has lo que se te pegue la gana!

—¡¿No te importa?! —grita, está.

—¡No! A la mierda todo. No funcionamos—la señala—Firma los malditos papeles, Raquel. No te amo.

Ella levanta la barbilla y lo fulmina con la mirada. Sus ojos cafés lo miran con auténtico resentimiento.

—Es su culpa—susurra—Nunca la has olvidado.

—Déjalo estar.

—¡No! ¡Mierda, no! —con horro, veo como lo golpea. Tristán le toma las manos y esta grita enojada— ¡Está muerta! ¿Entiendes? ¡Esa maldita, está muerta! Y, tú sigues penando por ella.

Espina de Rosas🌹 {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora