CAPÍTULO 26

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PRESENTE.

Avanzo por el pasillo de un complejo departamental. Kamal a mi lado me acompaña. Cuando llegamos frente a una de las puertas. Él, toca y un hombre alto y fornido abre.

Sin mediar palabras, se hace a un lado dejándome entrar.

Veo a otro hombre que me ve cerca del salón.

—¿Dónde está? —Kamal, inquiere en tono profesional.

—Espera en el cuarto del fondo—responde en tono sereno uno de los hombres.

Doy un paso al frente.

—¿Vas a ir sola?

—No va a hacerme nada. No si quiere seguir vivo—respondo.

Asiente de mala gana.

Después de mi conversación con Tristán anoche. Sabía que debía venir aquí y descubrir de una vez por todas que sucedió la noche del incendio.

Cuando llego a la puerta de la habitación la abro.

—Greg Walker—digo su nombre.

Greg. Está sentado en un sofá con un libro en sus manos. Viste vaqueros y camiseta. Tiene buen semblante y está a punto de decidir su futuro.

—Gala—murmura poniéndose en pie.

Dejo mi bolso en una cómoda cerca de la puerta. Avanzo por el lugar.

—¿Cuánto tiempo estaré aquí? —pregunta en un gruñido. Su rostro todavía muestra signos de golpes.

Los mismos que le dio Kamal.

Se merece un bono.

Me detengo y cruzo los brazos sobre mi pecho cubierto por el blusón negro.

—Eres libre de cruzar por esa puerta—Hablo—No eres un rehén Greg. Está aquí, porque tu querida suegra, ya no te considera indispensable dentro de sus planes.

Abre y cierra la boca.

—Deberías de darte con una piedra en los dientes. Que yo, te mantenga respirando.

Boquea.

—Nancy, le ordeno a Black que te sacara del mapa y, de hecho, ya estabas ubicado.

Se deja caer en la silla de nuevo.

—¿Por qué lo haces? —murmura— ¿Por qué me proteges? —sus ojos me miran detenidamente.

—Por tus hijos—digo sin más —Y, porque Nancy pretende hacer cargar a Sofía con tu muerte.

Se pasa las manos por el rostro y maldice.

Me acerco hasta un sofá individual y me siento. Cruzo mis piernas enfundadas en mis vaqueros y lo miro.

—¿Qué quieres a cambio?

—Quiero dos cosas. La primera. Que le firmes el divorcio a Sofía y renuncies a la custodia.

—Son mis hijos también—. Gruñe

—Unos hijos, a los que no prestan atención—recalco.

Me fulmina con la mirada,

—¿Lo otro?

—Necesito que me cuentes que paso la noche en que Tristán te envió por Emma y, regresaste a casa con la falsa noticia de su muerte.

—¿Cómo sabes...?

—¿No recuerdas que lo dijiste antes de dejar la mansión? —este tipo es un idiota— Esas son mis dos condiciones para darte protección—lo corto—O puedes enfrentarte a Nancy y su matón.

Espina de Rosas🌹 {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora