Wonder─Hermione Granger

[𝟮] Jokes

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Desvié mi mirada en cuanto me topé con la del señor Filch, notando que el hombre me observaba con odio. Inflé mis mejillas y recordé la causa de aquella acción del hombre, teniendo en mente la broma en la que yo fuí partícipe junto con mis amigos de Gryffindor. En realidad, yo no tuve tantas consecuencias por eso, ya que no estuve presente en el momento en que fue realizada, pero que por alguna razón, la profesora McGonagall y el profesor Flitwick se enteraron que yo planeé aquella pequeña broma.

Aunque odiaba tener que cumplir los castigos y enfrentar las consecuencias; debía tener una nota mental sobre no volver a ayudarles. Respecto a mi castigo, el profesor Flitwick no fue tan malo con eso, únicamente debía limpiar su aula de clases durante algunos días, oh, y no asistir a la primera salida de Hogsmeade.

—Tienes que ir hoy también para tu castigo, ¿cierto?— preguntó Darcy, la cual tenía a mi lado.

—Estás en lo correcto— respondí —. Aunque, hay que verle el lado positivo, es divertido en cierto punto— dije, no muy segura de lo que acababa de soltar.

Ella rió y me reprendió por todo el camino hacia el gran comedor. Dejé de prestarle mucha atención a los pocos minutos, mi mente vagaba en las tareas que debía realizar, además de la salida a Hogsmeade que sería en unas horas y también en mi castigo; en tantas cosas que me cansaba simplemente de pensarlo.

Finalmente, llegamos al comedor después de tantos regaños por parte de mi amiga. Entramos sin hacer mucho escándalo hasta llegar a nuestra mesa, donde me dispuse a comer con rapidez y adelantar mis tareas, no quería llegar de mi castigo para desvelarme y hacer tareas.

Solté un suspiro largo, cayendo en cuenta de todo lo necesario que la tarea de Pociones implicaba, necesitaba algunos libros de la biblioteca para poder realizarla como era debido. Mi meta para ese año era ser una persona puntual al momento de realizar mis tareas, tenía un severo problema con dejar todo para los últimos días; era algo extraño, sí, pero era una de las maneras más efectivas que había encontrado para que mis deberes fueran impecables y prácticamente perfectos para su entrega.

Alcé mi vista de todos los pergaminos que tenía en la mesa, viendo a dos fotocopias acercándose hacia donde me encontraba. Comencé a negar con la cabeza, esperando que con eso ellos se alejaran y mi humor no empeorara más de lo que ya estaba, pero hicieron caso omiso y mi irritación pareció generarles más ganas de llegar conmigo.

—¿Por qué tan estresada Meissa?— preguntó Fred Weasley, llegando junto con su gemelo a mi mesa.

—Deberes— contesté, pero luego dejé de observar mis pergaminos, para posar mi vista en ellos y escudriñarlos con la mirada —. No haré otra broma con ustedes, no después de lo que pasó el otro día— los señalé de manera acusatoria.

—¿Crees que haríamos eso?— preguntó George, algo ofendido. Asentí con la cabeza, muy convencida de mi respuesta afirmativa. Ambos abrieron su boca, ofendidos y comenzaron a negar con la cabeza con desaprobación.

—No tenemos intención de hacer ninguna broma, tenemos que cumplir primero con el castigo del que hicimos recientemente— dijo Fred, alzando las manos en señal de rendimiento.

—Haré como que les creo— mencioné con desconfianza. —. Entonces, si no quieren mi ayuda para una broma, ¿qué necesitan?

—¿La escuchaste George?— preguntó Fred, viendo a su gemelo y después a mí con decepción —. Meissa Malfoy cree que solamente la buscamos para hacer bromas— dijo, fingiendo llorar. Yo solo me limité a poner los ojos en blanco.