[𝟯𝟮] Mom is disappointed

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𝖬𝖾𝗂𝗌𝗌𝖺’𝗌 𝖯𝗈𝗏:

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Mi madre simplemente observa con los ojos abiertos a mis amigas, las cuales aún se encuentran dentro del baño; Lizzie mira con temor la reacción de ella, mientras que Avril simplemente la ve con una expresión de seriedad.

—Díganme por favor que tienen permiso de sus padres para estar aquí y que yo no soy la única enterada de que están en mi casa— dice mi madre, cortando el silencio. Comparto una mirada con mis amigas.

—¿Sería muy malo que nadie sepa que ellas están aquí?— pregunto junto con una risa de nervios. Mi madre gira sobre sí, viéndome de manera directa y tratando de aguantar sus reclamos.

—No quiero que bromees conmigo, Celine— me dice con un tono lleno de advertencia. Me encojo en mi sitio al ver que está a nada de explotar de manera no literal.

—Eh… definamos la palabra “bromear”— digo, tratando de alivianar el ambiente con un pequeño chiste; Avril alza una de sus cejas al escuchar mis palabras, mientras que Lizzie niega y después cubre su rostro con las manos.

—Celine…

—¿Si?— pregunto, alejándome unos cuantos pasos de mi madre.

—Dime por favor que Avril Black y Lizzie Diggory están aquí con el permiso de alguien… de quién sea, no me importa, solo que sea mínimo un adulto.

—¿Qué pasaría en el caso hipotético de que únicamente sepas tú?— trato de indagar, pero ella cierra sus ojos y toma varias respiraciones —. O sea, solo es un caso hipotético— resoplo y ella niega con decepción.

—Niñas, ¿podrían bajar a la cocina?— pide con un tono dulce; «ay no». Mis amigas asienten con la cabeza, dándome una mirada en el proceso; ambas salen por la puerta del baño, encaminándose a la de la habitación —. Oh, y un favor— menciona, deteniendo el andar de las dos —. No dejen que mi esposo ni Draco las vean por aquí, no hagan mucho ruido.

—De acuerdo, señora Malfoy— le dice Avril. Lizzie simplemente sonríe a medias y lidera la caminata hasta perderse de mi vista.

El hecho de que mi madre las haya corrido de mi habitación significa que el regaño de mi vida se avecina.

Tomo varias respiraciones, tratando de tomar valor y las fuerzas para no llorar en cuanto el regaño por parte de mi madre llegue. Porque tengo un severo problema en llorar cada vez que alguien alza su voz hacia mí; no es por causas de tristeza, es por el hecho de que siento mucho coraje conmigo misma por no tener el suficiente valor para defender mi postura. Cada vez que trato de hablar, siento como un nudo se instala en mi garganta, impidiéndome hablar.

—¿Desde hace cuánto están aquí?— me pregunta mi madre en cuanto mis amigas salen de la habitación, noto la manera en que ella aprieta el puente de su nariz, luciendo estresada y molesta.

—Hace unas horas— murmuro, bajando la vista al suelo para no ver su expresión. Escucho claramente que ella suspira, cansada.

—Dime, Meissa, ¿qué estaban pensando cuando vinieron hacia acá?— me pregunta, elevando su tono de voz. Trago saliva antes de contestar, sintiendo mi garganta seca.

—No lo sé… simplemente— tomo una pausa, sin tener las palabras adecuadas para decir —… no lo sé— suelto el aire —. Perdóname, madre.

—No, Meissa, esa excusa barata no me es suficiente— exclama, claramente enojada. Veo por el rabillo del ojo que ella cruza sus brazos sobre su pecho y también siento que clava su mirada en mí —. Créeme, a mí no me habría molestado tener a tus amigas en mi hogar, no me importaría en lo absoluto porque sé que son unas buenas niñas; pero es necesario que sus padres estén enterados de su paradero.

Wonder─Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora