Wonder─Hermione Granger

[𝟱] Distraction

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Los pasillos parecían estar más solitarios de lo que normalmente solían ser, busqué a mi alrededor para ver si había algún estudiante, pero solo divisé a unos cuantos.

Caminé para ir al comedor y poder cenar algo, llevaba toda la tarde realizando las tareas que tenía atrasadas, por lo que pensé que tenía que seguir los consejos de Lizzie; ella siempre opinaba que debía mantener un orden en mis tareas y estudios, pero en ocasiones me resultaba imposible debido a que yo era una persona con una facilidad enorme a distraerse, así que tendía a dejar todos mis deberes a último momento.

—Meissa— escuché un susurro a unos cuantos pasos.  Miré a todos lados pero no pude observar nada; llegué a pensar que estaba delirando. Sacudí mi cabeza y continué caminando pensando en que estaba cayendo en demencia.

—¡Meissa!— la voz de antes volvió a llamarme, por lo que me quedé quieta en mi lugar, esperando encontrar algo. Al girarme, logré ver en un muro a dos chicos altos, uno pelirrojo y otro castaño.

—¿Estás sorda o algo así?— me preguntó Fred Weasley mientras se acercaba a mí.

—Yo pienso que sí, pasó de nosotros— agregó Kendrew Windsor a la vez que apoyaba su peso en un muro.

—Que linda forma de saludar, chicos— dije con ironía para después darles una mala mirada.

—Ya nos conoces, siempre somos originales, hasta en los saludos— me dijo Fred en respuesta junto con una sonrisa arrogante; Kendrew asintió con la cabeza, concordando con el pelirrojo.

—¿Qué es lo que necesitan?— pregunté, acercándome a ambos.

—Que grosera. Sé más amable, Malfoy— exclamó el Windsor, fingiendo estar ofendido por mis palabras. Su comentario me causó una pizca de gracia, pero simplemente me dediqué a poner los ojos en blanco, divertida.

—Tengo hambre, no he comido nada desde hace horas, solo suelten lo que vayan a decir— pedí, dándole una corta mirada a las puertas del comedor, las cuales se hallaban a unos cuantos metros de donde nos encontrábamos.

—Bien. Solamente queremos hablarte de la broma que te mencionamos— habló Fred en un tono más bajo que el de antes. Miré a ambos con mayor interés y curiosidad.

—Espero que cumplan su palabra— les dije con una ceja alzada —. Tú y George me dijeron que solo tengo que distraer a un prefecto— le recordé al pelirrojo.

—Creí que lo olvidarías— comentó el mencionado.

—Solo recuerda lo que le conviene— agregó el castaño, divertido —. Si le preguntas algún mago importante de la historia de la magia, ten por seguro que no tendrá ni idea— una risa burlesca salió de sus labios.

—Claro que sé los nombres de muchos magos— exclamé, ofendida por su acusación.

—A ver, dime uno— exigió. Me mantuve callada, intentando pensar; traté de recordar las clases de la Historia de la Magia que había tenido, pero era inútil, solamente recordaba a Darcy dormida y yo riendo de ella.