Wonder─Hermione Granger

[𝟯𝟲] Gorgeous

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—Así que, ¿ella seguirá estando todos nuestros entrenamientos?— me interrogó el capitán del equipo de Quidditch de mi casa, viendo fijamente las gradas en donde se hallaba la figura de Hermione.

Giré mi rostro hacia donde Roger Davies tenía sus ojos fijos, cayendo en cuenta de que hacia referencia a la rizada. Asentí con la cabeza, ampliando mi sonrisa al notar que la Gryffindor llevaba puesto el gorro de rana que me obsequió en nuestro cuarto año de estudios; ella misma había formado una especie de tradición al llevar puesto ese o el gorro que había hecho para mi prueba para entrar al equipo cada vez que yo tuviese entrenamiento.

—Lo estará, al igual que en los partidos— aseguré hacia el castaño, el cual seguía con los ojos puestos en Hermione.

—Genial— asintió, un tanto confundido —. ¿Por qué?

—¿Por qué qué?— fruncí mi ceño.

—¿Por qué viene a verte?

—¿No puede hacerlo?— paveé mis cejas al no comprender muy bien su cuestión. Roger simplemente balbuceó y se encogió de hombros, sin tener una respuesta en concreto.

—Me parece extraño que una Gryffindor te apoye a ti, siendo tú una integrante de Ravenclaw— explicó —. Ya sabes, somos rivales en este deporte.

—Oh, eso— aclaré mi garganta —. Supongo que es obvio que apoyará a su equipo cuando juguemos en contra de Gryffindor; pero me apoya en cada entrenamiento y partido, así como yo la apoyo a ella en todo— expliqué con rapidez, terminando con una diminuta risa nerviosa.

—Ah, asombroso, supongo.

—Sí, es maravilloso— sonreí nerviosa al notar que estaba conversando acerca de este tema en concreto con mi capitán de equipo, lo cual era un tanto extraño y posiblemente incómodo. Carraspeé mi garganta y hablé: —. Bien, creo que tengo que irme. ¿Nos vemos el martes para entrenar?

—Sí, claro— asintió, para después estrechar mi mano con la suya —. Por cierto, mejora tu técnica de pase para el próximo entrenamiento, ¿de acuerdo?

Traté de no poner mis ojos en blanco ante aquel comentario, ya que parecía ser que a mi capitán no le agradaba por completo mi técnica de juego en el Quidditch; en cada ocasión encontraba algún detalle en el cual yo fallaba y se encargaba de recordármelo cada vez que podía.

Sacudí levemente mi cabeza y traté de regalarle una sonrisa, la cual se vió un tanto forzada.

—Por supuesto— mascullé.

Me dí media vuelta, dándole la espalda y aprovechando la oportunidad para poder hacerle muecas al chico, ya que me encontraba fuera de su campo de visión.

Después, le hice una seña a Hermione, indicándole que me tardaría un poco antes de ir hacia ella, debido a que iría a los vestidores para poder quitar mi sucio uniforme.

No acostumbraba a quitarme el uniforme en los vestidores, me parecía incómodo tener que ducharme ahí mismo; me transmitía una sensación de suciedad. Pero en esa ocasión era necesario, ya que Ethan y yo chocamos en el aire y caímos al suelo, causando que ambos nos llenáramos de barro en el impacto.

Al entrar a la zona de los vestidores, mi mirada cayó en la figura del anterior mencionado, notando que el castaño observaba el suelo, como si su mente estuviese viajando en sus memorias y se hubiese trasladado de la realidad.