AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)

Parte 19

 "¿Cómo está tu cuerpo estos días? ¿Todavía tienes fiebre? "No hay problema"

Quise salir rápido del lugar, y mientras movía mis pasos, algo caliente se escurría sin parar.

Fue muy desagradable y vergonzoso al mismo tiempo.

No quería que nadie más me descubriera, e incluso si otros lo sabían, no era ese hombre.

Justo cuando estaba a punto de girar el pomo de la puerta, Klopp se paró justo detrás de él y le puso la mano en el hombro.

Me sorprendió tanto que me di la vuelta y golpeé violentamente mi mano.

La mano que balanceó rozó accidentalmente su barbilla dura.

Klopp también miró a Arok con los ojos bien abiertos, como si estuviera sorprendido.

"... ... Lo siento... No lo hice a propósito... Estás muy sensible estos días... Como un omega a punto de entrar en celo... Lo he sentido antes, pero creo que mi estilo corporal ha cambiado".

Aunque no fuera así, su cuerpo era extraño, y fue apuñalado en medio de un estado muy nervioso, por lo que Arok no tuvo más remedio que devolverle la acusación con una mirada feroz y mucho sarcasmo.

"Solo porque me parezco a él, hasta el punto de cometer un error imposible. Siento tanto estar llorando".

En ese momento, una gran mano apretó el cuello de Arok.

Los ojos azules, que se estremecieron incluso antes de eso, liberaron la tensión en los irisen estado de shock.

En las pupilas incontrolablemente agrandadas, se perforaron los ojos como las cuchillas afiladas de un Alfa enojado, listo para matar en cualquier momento.

"Si dices por descuido que es una boca rota, coseré esos bonitos labios uno por uno con una aguja, así que será mejor que tengas cuidado".

"No sé por qué me odias tanto, pero si vas a hacer esto, ¿no sería mejor echarme?" No puedo dejarte ir tan fácilmente, Arok Taywind.

Porque tienes un precio que pagar por mí.

Mi corazón estaba latiendo.

Estaba claro que él también lo sabía.

Pero cómo.

"Quiero matarte ahora mismo, pero solo entonces te daré descanso.... Tú también debes sufrir como yo. ¿no es?"

Una voz tan fría como una ventisca en pleno invierno golpeó mis oídos.

La sangre de Arok pareció helarse.

Mirándolo con ojos temerosos, agregó con una sonrisa sin emociones, como un ángel de la muerte cortando la garganta con una guadaña gigante.

"Iba a darle unos días más, pero no pude.

Será mejor que aprendas a mantener la boca cerrada de ahora en adelante. Le roció el collar que sostenía y lo golpeó. Arok, que se tambaleó contra la puerta, vio la espalda del hombre mientras regresaba a su escritorio con las palabras:

"Te visitaré esta noche".

por qué en la noche Al mismo tiempo que me vino a la mente ese pensamiento, el líquido que manaba del ano continuaba hasta mis tobillos.

Cuando salió del estudio, Arok sostuvo su cabeza tiesa aturdido.

Algo está seriamente mal.

Mi cuerpo estaba extrañamente emocionado y la voz de Klopp resonaba en mis oídos. no puede ser No había forma de que existiera tal droga.