Parte 130

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No es fácil proteger a alguien.

Especialmente cuando quieres proteger a un aristócrata que además es tu madre. 

Era fuerte, orgulloso y completamente autosuficiente, y con personas así, el hecho de que alguien lo cuidara podría ser un problema en si mismo. 

Así que a veces, lo único que podía hacer era quedarme a su lado y decirle que estaba muy feliz de que fuera mi mamá.

Y decirle que me portaría bien.

"¡¡Aaaah!!"

Jester frunció el ceño.

"Ya despertó..."

El hombre, que no dejaba de ver los papeles sobre su escritorio, se levantó de su asiento, le echó un último vistazo a un par de libros y rápidamente se acercó a Jester y lo cargó de su cuna antes de que se pusiera a llorar. 

Luego, lo puso en la pequeña mesa de bebé al lado y hábilmente cambió su pañal.

"¡¡¡Asco!!!"

El olor de la popó de bebé era asqueroso así que fruncí el ceño y retrocedí un par de pasos. 

Él no parpadeó.

Mi madre no estaba en casa hoy. 

Como miembro de la "Royal Music Support Society", daba recitales con regularidad ante grandes audiencias. 

¡Podía decirse que era un músico muy importante! Y por eso mismo, probablemente volvería muy entrada la noche. 

Por eso, en lugar de mi mamá, el rey demonio en persona estuvo en casa todo el día de hoy haciendo de niñera.

Después de que nació Jester, se quedaba aquí de vez en cuando para que mamá no tuviera que hacer todo esto de la "maternidad" por su cuenta.

Sin embargo, como si fuera un intento para aprovechar su tiempo, le dijo a Uri y a mí que estudiaríamos lenguas y ortografía en conjunto con él por lo menos dos horas diarias. 

Pero solo era una molestia. 

No había ninguna razón para estar con él excepto, tal vez, en nombre de la vigilancia. 

Tenía que averiguar un poco más de ese hombre y encontrar su debilidad para destruirlo. 

Por supuesto, por eso me quedé a su lado con la excusa de estar ansioso de estudiar.

Jester, que siempre estaba con mamá, sonrió como si sintiera una gran satisfacción con el toque de la bestia. 

Se parecía muchísimo a él por lo que tal vez era natural reírse como un tonto a su lado, pero de todos modos era muy molesto

Poco después, apareció Marta y le entregó un biberón y un babero bordado a mano.

"Marta, ¿Puedes hacerte cargo del niño? Tengo algo urgente en este momento..."

"Ya se lo dije antes, señor. Tengo planes. Saldré con unas amigas, fue algo que hablamos desde hace semanas..."

"Um..."

"Puede no apoyarse en mi unos momentos ¿O no, señor?"

Habiendo dicho eso, Marta se fue. 

Y el hombre, suspirando de una manera bastante terrible, levantó a Jester y comenzó a darle el biberón igual a si ya no tuviera más remedio.

El bebé, mayormente tranquilo y que ahora yacía en el regazo de un hombre adulto que le había heredado su cara, lo miró y agitó su pequeña mano en su dirección como para pedirle que siguiera dándole palmaditas. 

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora