Parte 131

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De repente, la tranquila mansión se volvió bulliciosa.

Marta apareció y entró en la habitación donde estaba mi madre, luego salió otra vez, le dijo al abuelo Hugo que necesitaba un médico y finalmente buscó un par de sábanas limpias. 

Al escuchar eso, Uri tomó mi mano y comenzó a llorar con muchísima fuerza. 

Si fuera como de costumbre, nunca la habría abrazado, pero no me la quité de encima porque yo también tenía mucho miedo. 

Para ser honesto, incluso también quería llorar.

"Papá..."

"Lennok, Uri... Am ¿Qué pasa con el bebé? Voy por él, no se muevan."

Rápidamente volvió a la cocina y salió con Jester en brazos. 

Mi hermano menor, que tenía el biberón en la boca hasta hace unos segundos, frunció el ceño y trató de ponerse a llorar de hambre.

"Estás bien. Estás bien, cariño. Veamos... Lennok, llévate a Uri a tu habitación."

"¿Mamá?"

"No es la gran cosa. Todo está bien."

Fue a buscar al médico, pero tuvo que decirnos que no era gran cosa. 

Además, la expresión del rey demonio cuando dijo eso era muy extraña. 

¿Había veneno en el plato de huevos? ¿¡Era parte de su plan!? Traté de interrogarlo, pero Uri me detuvo.

"Hermano... Vamos a la habitación. Vamos."

Preocupado por Uri, que no dejaba de llorar, asentí con la cabeza. 

Luego, papá me puso a Jester en los brazos.

"Lo siento, voy en un minuto. Este es el biberón del niño ¿Sabes cómo alimentarlo, no es verdad?"

"Sí."

"No me tardo. Mamá está bien, no lloren y no vayan a ningún otro lado. Quédense en la habitación."

Pero era un tono y una expresión tan serios que me asusté muchísimo. 

No era eso lo que realmente estaba pasando ¿Verdad?

Allí, Uri se subió a la cama y comenzó a rodar de un lado para otro. 

Pero mientras sostenía a Jester en mi regazo y lo alimentaba con leche, me invadió la ansiedad y el miedo de que pasara una tragedia. 

El día antes de que naciera mi hermanito, mamá gritaba con tanta fuerza que podía escucharlo desde todos lados. 

Además, ahora había mucha bullicio afuera. Quería correr de inmediato y preguntar si todo estaba bien con mi mamá, pero no podía porque tenía hermanos menores con los que necesitaba quedarme y, en primer lugar, no puedo hacerlo porque yo soy el mayor y el primer alfa. 

Básicamente tengo el deber de protegerlos.

Tal vez le estaba dando la leche mal o lo acosté mucho, pero Jester comenzó a toser con mucha fuerza. 

Sorprendido, rápidamente lo levanté y le di unas palmaditas en la espalda para que se le pasara. Pero comenzó a gemir. 

Mi madre solía decir que si no hacía esto sería malo

Pero Jester hipó y vomitó sobre mi.

"Ah. ¡Hermano!"

Junto con el grito de Uri, algo cálido me recorrió el pecho. 

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora