Parte 132

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Temprano en la mañana, tan pronto como Uri y yo nos despertamos al mismo tiempo, corrimos hacia la habitación de nuestra madre sin ponernos los zapatos. 

Mamá acababa de despertar y estaba en pijama. 

Su expresión era extraña, como si estuviera teniendo una conversación seria, pero inmediatamente se relajó cuando se dio cuenta de que habíamos aparecido.

"Lennok, Uri. Mis niños hermosos".

"¡Mamá!"

Uri corrió primero y se subió a la cama de mamá. 

Luego, colgando de su cuello como un mono, preguntó: "¿Ya no estás enfermo, mami?" Y como yo también tenía curiosidad por eso, rápidamente me subí a la cama y me acomodé a su lado para escuchar la historia. 

Mamá, que nos abrazó a los dos a cada lado, sonrió levemente y después nos mostró su vientre. 

Tenía una bolsa de agua caliente encima.

"Solo necesito descansar unos días. Fue... Solo un pequeño dolor de estómago. Perdón por espantarlos. Es que... Yo también me sorprendí."

"No pasa nada, mamá. Yo también me espanto cuando me duele algo."

Uri dijo lo que yo quería decir primero, así que me aferré a los brazos de mi madre y suspiré con fuerza. 

Extrañamente mamá parecía un poco decepcionado y bastante triste, como si realmente lamentara lo que había pasado. 

Por el contrario, el rey demonio, que sostenía al niño más pequeño de la casa contra su pecho, parecía un poco contrariado. Luego lo dejo en la cuna que tenían en el rincón y dijo:

"Tienes esa cara que dice que no te has rendido..."

"Algún día, todavía puede hacerse realidad."

Ante la firme respuesta de mamá, el rey demonio suspiró profundamente. 

Se quejó, diciendo que "no sabía por qué estaba obsesionado con tener seis bebés" y luego, enojado, nos dijo a Uri y a mí que nos levantáramos y nos laváramos la cara. 

No queríamos irnos, pero tampoco teníamos ganas de molestar a mamá cuando se veía tan cansado.

Al salir de la habitación, miré hacia atrás por un segundo y, en algún momento, mi madre se levantó de la cama solo para abrazar al demonio. 

Parecía a punto de ponerse a llorar.

"¿No estás triste por el bebé? Pareces aliviado de que..."

"No. Oye, me duele. Pero como dije antes, eres más importante para mí. No puedo vivir sin ti, Arok. Y solo estás exponiendo tu salud al intentar quedar embarazado de nuevo. Pienso que si ya pasó esto, entonces es una señal de que tenemos que pensar en los niños que ya han nacido. Ahora estuvo bien pero ¿La siguiente? Tira tu codicia ahora, por favor. No quiero que corras ningún riesgo o que después no sea solo un bebé".

"Um... Ugh..."

Mamá enterró su cabeza en la espalda del rey demonio y asintió. Papá suspiró y se dio la vuelta para abrazarlo. 

Luego superpusieron sus labios.

"Estaba muy feliz, ah... Creí que ya iba a lograrlo después de tanto tiempo y, ahora resulta que..."

"Shhh... No te pongas triste. Ya no te pongas triste. Todavía eres una maravillosa mamá."

"Ah, es que..."

"Perdón por enojarme. No era contigo".

"Está bien."

Mamá fue envuelto en un amplio abrazo.

El Rey Demonio, que constantemente susurraba algo inaudible en su oído, lo tomó, le limpió las lágrimas y lo volvió a poner en la cama. 

Cepilló su cabello como lo hizo conmigo durante la noche y luego le beso en la frente.

"Yo también."

No sabía lo que significaba, pero él sonrió suavemente ante las palabras de mamá.

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora