Parte 172

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La inesperada sugerencia le recordó a Arok varias estatuas que había estado observando en el museo.

Y precisamente tenían forma de cupido.

Pero mientras pensaba en eso, de repente apareció una sombra gigantesca frente a su cara.

Fue tan impresionante que cuando levantó la vista y trató de decir algo, resultó que Bendyke ya se había acercado a él de tal forma que pareció atrapar a Arok entre sus brazos.

"..."

Mientras dudaba y retrocedía, la ventana de cristal le golpeó la espalda.

Arok abrió mucho los ojos, miró a su oponente y pareció a punto de derretirse de miedo.

Bendyke era sorprendentemente alto y tenía un gran físico, él no era pequeño en general, pero, comparado con la forma de su pecho y de sus brazos, era solo un niñito asustado y Klopp parecía utilizar esto para modificar la balanza en su contra.

Luego redujo la brecha con movimientos pausados, como un depredador conduciendo a su presa a un callejón sin salida y lo sujetó hasta que pudo sentir su corazón latiendo violentamente en su cabeza.

Notó como si sus costillas fueran a romperse y su mente completa pareció sacudida por el olor a Alfa.

Arok sintió el frío marco de la ventana tocar sus nalgas. Bendyke levantó el brazo y puso la mano en el cristal. Se acercó y susurró:

"No pregunté cuánto... Pregunté lo que tendré a cambio"

"¿Qué?"

"No necesito dinero".

"¿Una casa...?"

"Puedo conseguir ese tipo de cosas sin tener que pedir ayuda al Conde".

"Entonces no hay nada".

Arok rápidamente llegó a esta conclusión por su cuenta: ¿En qué estaba pensando al pedirle a este tipo que viniera hasta aquí en primer lugar?

Todo lo que tenía que hacer era vender algunas obras de arte y comprarlas nuevamente cuando la situación mejorara.

O podía pedir una hipoteca. Conocía a algunas personas que podían prestarle dinero de inmediato así que...

Sin embargo, Bendyke le dijo a Arok que no tenía intención de poner fin a la negociación entre los dos para empezar:

"Nadie va a poder ayudarte... Nadie va a querer aceptar el trabajo mientras crean que yo estoy involucrado en él".

En ese momento, Arok recordó una historia que había escuchado antes.

"Tú eres quien difundió el rumor de que ya te había contratado".

Como era de esperar, todos los rechazos realizados por otros gestores financieros fueron obra de este maldito sujeto que tenía en frente.

Arok, sabiendo que estaba en desventaja física, trató de al menos señalarlo con el dedo y criticarlo por sus malas acciones, pero, terminó en nada.

Bendyke no le dio la oportunidad, de hecho.

"No se lo pases a otra persona..."

"Tú fuiste quien dijo que no podía darte nada".

La parte superior de su cuerpo, que estaba completamente inclinada hacia la ventana, estaba libre, pero la parte inferior estaba tan pegada a la suya que era insoportable.

¡Era difícil saber si el calor que quemaba sus muslos era el suyo o el de otra persona!

"Pero también es cierto que es un problema que sólo yo puedo solucionar... Estos contratos fraudulentos no se pueden resolver simplemente con la pluma, un papel y palabras".

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora