AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)

Parte 142

Arok se subió con cuidado en su Alfa. 

Abrió mucho las piernas y se sentó sobre los tensos músculos de sus muslos.

La silla, que soportaba el peso de los dos, crujió y, sintiendo que sus cuerpos volvían a echarse lentamente para atrás sin poder hacer algo para evitarlo, el hombre levantó lentamente los párpados y colocó sus ojos soñolientos completamente sobre los suyos. 

Arok estaba emocionado ¿Este era el sentimiento de una alma pura siendo corrompida? Justo como si estuviese sosteniendo la correa de un lobo feroz que había sido muy malo todo el tiempo.

"Um..."

Todavía aturdido, el hombre murmuró algo que no pudo entender. 

Arok ahuecó su mentón angular con la mano y robó sus labios en un beso que se sintió bastante hambriento.

"Duerme más. Yo me haré cargo de esto..."

"Mmm..."

Cuando el Alfa volvió a cerrar los ojos, Arok le desabrochó un poco más los botones de la camisa y se dedicó a dejar un pequeño beso en sus clavículas y en un cuello que palpitaba como para mostrar la vida desbordante que había dentro de él. 

Luego tocó esos grandes músculos pectorales que se hinchaban y se calmaban con cada respiración y terminó descansando en el centro de su abdomen. 

Pero en el momento en que Arok mordió su nuca, como si fuese un pequeño vampiro preparado para comer, una cálida palma pareció meterse para acariciar rápidamente en su entrepierna. 

Klopp se había despertado por un momento, pero, como esperaba, no pasó mucho hasta que se volviera a dormir.

"Que buen Alfa."

Mientras lo besaba, le desabrochó el chaleco y el cinturón y sacó su camisa de sus pantalones. 

Pasó los dedos por sus abdominales, que tenían curvas muy marcadas, e hizo pequeños circulitos en su ombligo como para jugar con él. 

Tal vez le picaba, porque Klopp frunció el ceño un poco debido a sus movimientos pero, extrañamente, no se despertó aún así. 

Parecía muy cansado del trabajo por lo que, sin poder evitarlo, sintió pena por él junto con un poco de simpatía por lo que estaba haciendo ahora con un hombre que estaba completamente inconsciente. 

Además de que fue extraño que en realidad no le siguiera la corriente. Es decir, ya era para que se hubiese despertado ¿No es cierto?

Pero no estaba enojado. Es decir, no le parecía del todo malo volver a ser él quien tomara las riendas del asunto.

Y es que Arok de verdad disfrutaba de calentar a su esposo a través de caricias y darle un clímax que pudiera hacerle ver todo en color blanco. 

Levantó las comisuras de su boca y susurró al oído de su esposo: "Quédate quieto... Te lo haré bien..."

"Mmm..."

Para minutos después mover su mano con más audacia que antes, lamiendo y masticando su oreja de tanto en tanto hasta terminar por acariciar sus músculos abdominales con toda la palma.

"Ah..."

El vello púbico de su esposo le hacía cosquillas en la muñeca. 

Pero, a pesar de que estaba buscando a tientas ese punto en su pene que pudiera volverlo loco, Klopp solo frunció el ceño, apretó las cejas y, obstinadamente y tal vez como era de esperar de un monstruo como él, no se despertó ni por un segundo.