Parte 176

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Habían acordado que utilizarían su mansión cada vez que hablaran de negocios. 

Sin embargo, no quería llevarlo a la santidad de su estudio y que de pronto la chispa sexual se encendiera como una granada que terminaría por destruirlo todo hasta que no tuviera más que recuerdos escandalosos de él, por lo que preparó una habitación que rara vez utilizaban. 

Un espacio llamado "Sala Violeta", que era básicamente una habitación secreta creada por su tatarabuela para su amante hace varios cientos de años, de tal forma que se creaba una atmósfera encantadora y bastante íntima en su interior

Tenía un dormitorio de tamaño decente e incluso un baño. 

Como era un símbolo que se tachaba de "impuro" debido a su significado tan obvio, la puerta había estado bien cerrada desde la época de su padre, y no se entraba a menos que se hiciera una limpieza.

Arok la abrió.

Entró.

"Esta es mi primera vez aquí..."

"No sabía que tenías una habitación como esta..."

Tan pronto como Bendyke entró, levantó ligeramente las comisuras de su boca en una mueca que mostraba algo así como una "emoción" oculta. 

Estaba claro que había notado el propósito especial de esta sala y también, de qué tipo de forma debieron utilizarla sus ancestros.

Entonces, cuando sus ojos ligeramente entrecerrados miraron a Arok, él respondió con una voz insegura, como si fuera un niño confesando algo malo incluso aunque no le había preguntado nada.

"Dijimos que nos veríamos en la mansión, pero no especificaste una habitación en particular... Simplemente elegí un lugar que estuviera lo más lejos posible de la atención de mis sirvientes... Ya sabes, para que no dijeran nada extraño".

"Lo que digas..."

En lugar de quejarse, Bendyke encontró un asiento junto a la mesa y acomodó sus enormes piernas para que no chocaran contra la pared cuando intentó cruzarlas. 

Luego se rio al notar que Arok se había mantenido a una distancia razonable todo este tiempo.

"No planeo comerte, así que no tienes que tener tanto cuidado".

"... Lo que pasa es que todavía no tengo tanta confianza en ti".

Aunque era obvio que ese no era el caso en absoluto, la verdad era que el orgullo le estaba doliendo terriblemente al darse cuenta de lo sensible que estaba solo con observarlo. 

Casi como un gato al que le habían pisado la cola incluso aunque estaba en su propia casa.

Antes de sentarse también, Arok tocó el timbre. 

Era última hora de la tarde y se suponía que era el momento perfecto para tomar el té así que lo llamó para que lo trajera. 

El mayordomo, Hugo, escuchó la señal de su amo y apareció cargando una bandeja en una de sus delgadas manos, preparó la mesa a la perfección, sin decir una palabra, y luego preguntó:

"¿Hay algo mas que necesite, mi señor?"

En respuesta a esto, Arok miró a Klopp. 

Dijo: "¿Tú quieres algo más? ¿Algo de comer?" Y justo cuando estaba casi listo para pedir por él, Bendyke sonrió y ocultó la campana que usaba Arok entre sus manos.

"..."

"Te llamaremos de nuevo si necesitamos algo... Muchísimas gracias".

"Está bien..."

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora