Parte 153

44 3 0
                                    

Se despertó al mediodía.

Su cuerpo todavía estaba débil y sus partes íntimas aún dolían. 

Además, como decidió dormirse sin secarse bien, tenía las piernas heladas y el cabello vuelto un desastre.

Frotó los ojos que tenía terriblemente hinchados y forzó sus pies a tratar de soportar su peso. Sin embargo, sus rodillas cedieron tan rápidamente que terminó tirado al lado de la cama sin que lo pudiera evitar.

"¡Ah!"

Y le dolía tanto que ni siquiera podía decir una oración más complicada.

El dolor en los músculos de la parte interior de sus muslos era tan intenso, que hasta pensó que no podría seguir sin tomar medicinas. 

Incluso si se ponía en cuclillas y colocaba las manos en sus rodillas o trataba de dormir en otra posición, no podía soportarlo porque el interior de sus nalgas estaba desgarrado y todavía sangraba un poco debido al tamaño de ese pene dentro de él. 

Frunció el ceño, se lamió los labios, suspiró y luego apenas y pudo levantarse decentemente. Fue a la silla junto a la ventana y se sentó, cubriendo el estallido de un bostezo con el dorso de la mano.

"Ojalá mi padre ya no vuelva."

Por el cristal, vio a un viejo cochero con sombrero de paja corriendo por el jardín, arañando el lomo de un caballo con las dos manos para intentar no caerse.

Su padre estaría en casa hoy y se daría cuenta de que estuvo en celo. 

Bueno, la verdad es que todavía ESTABA en celo, es solo que terminó antes de lo esperado porque tuvo un accidente. 

¡Y vaya! Hubiera sido genial si la noche con el alfa desconocido hubiese sido romántica pero, en realidad no lo recordaba porque estaba borracho. 

Y después de acostarse con alguien que ni siquiera conocía, robó su dinero y se escapó en un carruaje que tampoco era de él ¡Bien hecho, Rafiel! ¡Gran trabajo!

Suspiró profundamente y apoyó la frente contra la ventana. Mientras tanto, su espalda, sus muslos e incluso su vientre comenzaron a doler de nuevo. 

Raro. No había ninguna palabra en la novela que leyó, que dijera que tener sexo fuera tan doloroso. 

En realidad, decía que era un sentimiento lánguido y suave

Había una descripción de un hombre gimiendo, unas manos sobre la espalda y un Alfa cargando a su Omega como una princesa para llevarlo hasta el baño. 

Pero Rafiel se escapó, así que no había alfa, baños o príncipes que lo cargaran en los brazos.

Entonces, cuando volvió la cabeza hacia un lado y se lamentó por lo que había hecho, un carruaje entró corriendo por la entrada principal, tan rápidamente que levantó todo el polvo que había en la acera. 

Incluso el cochero, el que llevaba el caballo por el jardín, se sorprendió de lo desbocado que estaba conduciendo en la casa de otra persona así que dejó caer su sombrero de paja y dijo:

"No sé quién eres, pero mi amo seguro te regañará por esto..."

Pero, por extraño que pareciera, incluso si era una pelea interesante, Rafiel se sentía tan mal que se quedó dormido contra la ventana

Fue tan inesperado que se asustó cuando escuchó al caballo e incluso le tomó unos minutos recordar que seguía en su habitación. 

Cuando volvió a mirar por el cristal, notó que el carruaje que acababa de entrar en realidad ahora era conducido hacía otra puerta ¿Y entonces eso significaba que era un invitado o un intruso?

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora