Parte 146

48 3 0
                                    

Arok lo invitó a un concierto.

Realmente no quería ir, pero Hagen, un subordinado que había estado siguiendo a Kloop Bendyke desde hace un buen rato debido a sus órdenes, le dijo que había estado frecuentando una joyería increíblemente famosa durante algún tiempo. 

Además, la noticia de que se había convertido en el gerente financiero del joven Arok se había vuelto un rumor importante por lo que no podía quedarse de brazos cruzados mientras la influencia de su enemigo no hacía más que crecer.

Había una leyenda romántica sobre el jardín de rosas del Conde de Taywind: "El amor, jurado en el jardín de rosas, trascendía incluso la vida y la muerte." 

Una cosa absurda como esa y que había sido creada por los patéticos escritores de poesía a los que les gustaba proponer matrimonio en los jardines ajenos. 

Entonces, estaba claro que apuntaba a ese propósito cuando decidió ir a la fiesta nocturna. Típico de un chico de campo.

Para prepararse para decir "Yo me opongo" Wolflake respondió que asistiría al concierto de Arok también.

Como era de esperar, Klopp se pegó a Rafiel cuando vio que iba a caerse

En realidad, no dudó en envolver sus brazos alrededor de su cintura y besarlo en un lugar donde toda la gente pudiera mirar.

[Maldita sea... ¡Quita tus manos de el! ¿Qué estás haciendo justo en el medio donde todos pueden ver? ¡Sin vergüenza!]

Pero no importaba cuánto gritara por dentro, no servía de nada. Incluso tomó de la mano a Rafiel y lo obligó a apoyarse en su hombro. 

Pero cuando forzó los ojos y lo observó de arriba para abajo, entonces debió haber sentido un escalofrío en la espalda porque sus caras se encontraron apuntando a la misma dirección. 

Y ver al tipo, mirándole con esas pupilas feroces, sin siquiera saber un poco sobre el significado de la vergüenza, le hizo tener ganas de caminar a su mesa para pedirle enfrentarse a un duelo. 

Obviamente, como un aristócrata culto, una pelea no podía librarse dentro de la casa de otra persona por lo que tuvo que aguantarlo pensando que en definitiva habría otra oportunidad de tratar con él. 

O al menos, de atraerlo al fondo para matarlo.

Entonces, mientras hacía un esfuerzo impresionante por reprimir sus sentimientos, el concierto llegó al clímax y finalmente, entraron a esa parte en la que Arok Taywind iba a comenzar su solo

No iba a mentir, fue una actuación bastante buena incluso para alguien como él que solo tenía una cultura básica en la música. 

Después de todo, era un hecho bastante bien conocido que el hombre tenía un gran talento para el violín desde hace mucho tiempo y que incluso había recibido varias invitaciones para unirse a la sinfónica del país.

No fue extraño que el imbécil y el pajarito abrieran mucho los ojos y se sumergieran en la actuación de Arok.

Rafiel, que tenía un corazón tierno, se conmovió profundamente hasta el punto de derramar bastantes lágrimas. 

Sin embargo, su pareja no le miró ni una sola vez y, en su lugar, estaba lo suficientemente enamorado del alfa en el escenario como para darse cuenta de que necesitaba más pañuelos. 

Además, fue obvio que el Conde tampoco podía quitarle los ojos de encima y que incluso comenzó a actuar como si fuera un omega.

Su Omega.

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora