AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)

Parte 104

Luego agarró al médico medio ciego por el cuello y lo arrastró hasta el segundo piso.

"¡Arok! ¡no te mueras! ¡Traje un médico!"

Cuando pateé la puerta, vi a Arok tirado en el sofá, tirando de los cojines y gritando.

El vestido de pijama blanco que llevaba ya estaba hecho un desastre con líquido amniótico y manchas de sangre.

Al ver esto, el médico se sacudió rápidamente el Klopp, volvió detrás del sofá y se sentó junto a Martha.

Arok gimió de nuevo, jadeando por aire.

A pesar de que fue un grito que fue bloqueado por el cojín y no salió bien, las extremidades de Klopp temblaron y las lágrimas parecían salir.

"Es más rápido de lo que me puse de parto hace un tiempo... Es un primer ácido, pero es la primera vez que sucede tan rápido".

"Eso... Entonces, ¿Qué pasa?"

Miró al médico como si fuera a matarlo en cualquier momento, pero de alguna manera logró pronunciarlo con voz entrecortada, pero el médico sacudió la cabeza desconcertado.

"No hay problema... Es rudimentario y muy suave... Es un omega masculino, pero es tan hábil, como si hubiera dado a luz a tres o cuatro... oh, es un lapsus..."

Al ver la expresión del padre, el médico inmediatamente dejó de hablar y se dirigió a Martha a su lado.

"Ve a buscar más tijeras desinfectadas, agua tibia y una toalla... Si la acidez es tan amplia, saldrá pronto".

Cuando Martha se fue, el médico ordenó con autoridad: "Tranquilícese, señor, o siéntese, o váyase".

Cerré la boca y fui a sentarme en una silla en la esquina de la habitación con el pensamiento de que mataría a todos si fuera la autoridad y mí esclusa de aire saliera mal.

Estaba nervioso y me temblaban las piernas.

Arok dejó escapar otro grito aterrador.

"Dame más fuerza... Lo estás haciendo bien..."

Siguiendo las órdenes del doctor, Arok exhaló pesadamente y luego hizo un esfuerzo.

Con su cabello rubio pegado a su frente, ya sea por sudor frío o lágrimas, Arok volvió a gritar, luego dejó escapar un suspiro corto y áspero y miró en esta dirección con los ojos nublados.

En ese momento, Klopp quiso ponerse de rodillas y suplicar la culpa de no poder ocupar el lugar de su sufrimiento porque nació como un alfa.

Al escuchar los dolorosos gritos del omega impreso, el médico exclamó mientras el cabello sele amontonaba a los pies.

Al mismo tiempo, pensé que a Klopp se le estaba saliendo el corazón de la garganta.

"Oh, salió la cabeza... Un poco más... un poco más..."

Arok dejó escapar un último grito, temblando por todas partes.

Y después de un rato, con un grito reprimido como si estuviera a punto de morir, Arok se hundió como si le hubieran cortado algo, y al mismo tiempo levantó el coágulo de sangre roja que el médico le había extraído de entre las piernas.

En el momento en que lo vi, el mundo ya temblando giró como un trompo.

Klopp dio unos pasos, moviendo apenas sus piernas entumecidas.

El bebé también es un bebé, pero no podía respirar bien porque tenía miedo de lo que había sido de Arok.

"¿Arok?"