Parte 177

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El té se adaptaba sorprendentemente a su paladar así que definitivamente era obra y gracias de Hugo, el único hombre en la tierra que podía fabricar un té que satisficiera a Arok a tal punto de relajar cada parte de su cuerpo cuando tenía los nervios paralizados

Además, Hugo sólo servía té en la casa de los Taywind para los invitados con los que el Conde tenía una relación muy estrecha por lo que no había mucha gente que lo hubiera probado antes. 

Incluso si se usaran las mismas hojas de té y herramientas en otras manos, imitar exactamente el mismo sabor era casi imposible. 

Algo que no tenía lógica.

Arok miró su taza de té. 

Mientras tanto, Bendyke, que estaba justo a su lado, finalmente abrió la boca:

"Acepto..."

"¿Eh?"

Una sonrisa siniestra apareció de repente en su rostro por lo que pensó que no era momento de hablar de té ni nada por el estilo

La mano que sostenía la taza de té tembló levemente y la cerámica de alta calidad repiqueteó, creando un sonido bastante claro. 

Klopp, que notó esto, juntó las manos, apoyó la barbilla en ellas y esperó que esa postura pareciera lo menos intimidante posible. 

Dijo:

"¿En qué lado quieres estar?"

"No sé de qué estás hablando".

No quería mostrar su conflicto interno externamente frente a este tipo así que apartó la mirada. 

El hombre movió su cuerpo, bajó su postura y como si eso no fuera suficiente, incluso se levantó, agarró ambos apoyabrazos de la silla en la que estaba sentado Arok y se aproximó tanto que la ansiedad que había estado acechando desde antes se extendió rápidamente.

"¿Quieres estar arriba? ¿Abajo? No, podría ser más fácil decirlo de esta manera... ¿Quién se la mete a quién? ¿O quién va a abrir las piernas?"

Sorprendido por la expresión, respiró profundamente y comenzó a entrar en pánico.

"E-es mejor abstenerse de hacer provocaciones innecesarias..."

"¡Por favor! ¿Después de lo que hiciste? ¡Un ángel puro e inocente es suficientemente tentador como para querer tomarlo!"

Por primera vez se dio cuenta de que las palabras "angel" e "inocente" podían sonar tentadoras en los labios correctos. 

¡Carajo! Ese hombre era un genio en encender los botones adecuados y Arok, que no era inmune a expresiones inusualmente vulgares como esas, pronto perdió la calma que se había prometido conservar varias veces y lo atacó como para disimular que estaba excitado:

"¡Deja de decir esas cosas, maldita sea!"

"Estoy seguro de que no eres tú quien lo mete, ¿Verdad? No me importa si me coges porque sería muy interesante, pero, no tienes experiencia."

"Hijo de puta... ¿Quién no tiene experiencia?"

"Shhh... Escucha..."

Bendyke se colocó sobre una rodilla junto a la silla y con las yemas de sus largos dedos, trazó las débiles huellas de los vasos sanguíneos que se elevaban en los blancos nudillos de Arok. 

Y aunque fue solo un simple toque, se sintió tan sensacional que todos los vellos de la espalda se le erizaron y los cinco dedos de sus manos se movieron libremente y se estiraron en diferentes direcciones. 

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora