Parte 164

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Cuando Arok lo invitó al banquete en su casa, sinceramente lo primero que pensó fue en rechazarlo

Sin embargo, aunque no tenía la intención de revelar su matrimonio al mundo todavía, al menos quería que Arok estuviera enterado de sus sentimientos por Rafiel y, por supuesto, también quería enseñarle que ya no tenía que estarse "comiendo la cabeza" todo el tiempo al pensar constantemente en la seguridad de su primo.

Siempre pareció que Arok le tenía mucho cariño.

"Llegaste muy temprano..."

"De alguna manera, sentí que te extrañaba".

El conde, que no había visto en mucho tiempo, era diferente de lo que recordaba en el pasado

Antes era muy sensible, asustadizo y se ponía en guardia como si alguien lo estuviera persiguiendo por la calle todo el tiempo. 

Ahora, finalmente parecía haberse calmado y ya tenía una impresión que le hacía parecer muchísimo más cómodo. 

Además, estaba el hecho de que se había vuelto lo suficientemente fuerte como para decirle que quería revelar frente a todos, nobles y personas plebeyas que se relacionaban con él, que era un omega (al menos entre líneas) y que incluso estaba manteniendo una relación.

En particular, el traje inusualmente blanco que llevaba encima, era bastante llamativo y las mesas, que generalmente estaban decoradas con lámparas de aceite, ahora se veían bien llenas de toda clase de rosas con colores muy suaves. 

Cómo en una recepción de boda. Tan bonito que Wolflake no se atrevió a sentarse allí por un rato.

Después, finalmente apareció la persona a la que había estado esperando desde que llegó

Un hombre hermoso, vistiendo una chaqueta brillante, con un encaje bien ceñido alrededor del cuello. 

Rafiel, que también tenía un moño cruzando su pecho, entró con una expresión renovada, y pronto, cuando encontró a Wolflake, se acercó con una sonrisa que parecía llena con los rayos del sol. 

Sin embargo, la luz de fondo le estaba pegando de lleno en la espalda y no lo dejaba ver bien.

"... ¿Me veo feo?"

Ya que también había tenido que girar la cabeza para proteger sus ojos de la luz reflejada en la parte superior de la cabeza de Rafiel, su prometido, quien miró a su alrededor con un poco de preocupación, abrió mucho los ojos y luego actuó como si fuera a llorar.

"Esta ropa, tal vez es mucho para mí... Quiero decir, mi madre dijo que encajaba bien conmigo pero, supongo que hay cosas en las que no debería meterme..."

"No... Espera... ¿Puedes hacerte a un lado para verte bien? No puedo abrir los ojos por la luz..."

Rafiel, que siempre seguía en silencio lo que le decían, asintió con la cabeza y se paró justo a su lado. 

Wolflake entonces le agarró por la cintura y rápidamente lo llevó a un lugar donde no entrara nadie. Era una pequeña sala común, a poca distancia del salón de banquetes.

Linus finalmente puso dos dedos en su barbilla y lo besó:

"¿Marqués?"

"Shhh..."

"Um..."

Después de chupar su pequeña lengua y sus labios varias veces, hasta hacer un ruido chirriante y dejar ir su respiración, Wolflake le acarició la espalda hasta llegar a un punto en que terminó con Rafiel relajándose e inclinándose completamente contra su pecho:

"Te ves increíblemente hermoso, cariño".

"Pero, estás entrecerrando los ojos".

"El pigmento de mis ojos es claro y tiene la costumbre de ser más sensible por la noche... Por eso soy bastante débil cuando se trata de cosas brillantes".

Pero incluso aunque él había dicho claramente que sus ojos eran débiles cuando se trataba del brillo, Rafiel se atrevió a sonreír de esa forma tan linda de costumbre. 

Tanto que volvió a dejarlo ciego en un segundo.

"Ya no sonrías... ¡Me duelen los ojos de nuevo!"

"Uy, perdón..."

En broma, Rafiel se tapó los ojos y la frente con las manos para que dejara de mirarlo así que, Wolflake, riendo por su acción, aprovechó ese momento tan lindo para darle otro beso.

Los labios, que no dejaba de morderle, eran bastante suaves y regordetes, así que los besó profundamente una y otra vez antes de decidir que ya era momento de separarse. 

Rafiel, sonrojado por la vergüenza, o tal vez por la asfixia, bajó la cabeza y apretó la frente contra el pecho de Wolflake mientras preguntaba:

"¿Soy realmente bonito?"

"Sí... Muy, muy bonito".

"El marqués también es muy guapo".

"Lo sé..."

Sus pequeños hombros temblaron un poco, y luego se escuchó una carcajada:

"El marqués es más bien una persona muy extraña".

"Acepto eso... Pero no me llames marqués de ahora en adelante ¿Está bien?"

"Entonces, ¿Cómo quieres que te diga?"

"Linus..."

"Linus..."

La voz de Rafiel tembló un poco cuando lo llamó

Luego, sonrió, lo miró a los ojos de nuevo, y suspiró mientras se aferraba a sus brazos como si quisiera fundirse en ellos. Dios mío. 

Tenía tantas ganas de llevarlo a casa que hasta fue insoportable.

"¿Tienes hambre?"

"Un poco... Solo bebí jugo en la hora de la comida porque tuve náuseas de nuevo..."

"Entonces ¿Por qué no vamos a la mansión por un plato de bistec con champiñones y muchas papas?"

"¿Ahora? ¿Qué hay de la fiesta de Arok?"

"No te preocupes, para él no somos importantes ahora..."

Volvió al comedor con Rafiel, que estaba un poco preocupado, y le sirvió un vaso de agua bien fría que pudiera ayudarle a sentirse más relajado. 

Y si bien resultó que había bastantes invitados por todos lados, Klopp Bendyke, vestido mucho mejor que de costumbre, fue fácilmente reconocible incluso estando en el rincón. 

Miró a su alrededor completamente sorprendido, y luego, trás poner las manos en su cabeza como si quisiera arrancarse todos los cabellos, lo miró directo a los ojos y se congeló hasta un punto en que lo vio ponerse blanco. 

Rafiel, ahora de pie a su lado, se dio cuenta, sonrió y lo saludó agitando toda la mano de un lado para otro. 

Como era de esperar, el idiota no pudo mantener la boca cerrada por más tiempo y pareció estar al borde de un colapso mental. 

Al final, también desapareció en algún lado.

Lo encontró hablando con Arok. En una discusión infantil, seguramente.

"Ahora, deja el regalo en la mesa y vamos a casa..."

"¿No nos vamos a despedir?"

"A estas alturas no estará en condiciones de hacerlo".

"¿Cómo lo sabes?"

"Estaba escrito en toda la cara de Klopp..."

Rafiel seguía parpadeando como si no lo entendiera. 

Aun así, aceptó irse.

Pronto Wolflake se imaginó yendo a casa, alimentándolo primero y luego quitándole la ropa lentamente pieza por pieza hasta dejarlo sin nada.

Ya no podía esperar.

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora