Parte 160

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Tan pronto como llegó a la mansión de los Westport, que emana una atmósfera hogareña (a diferencia de la villa Wolflake) el hombre entró orgulloso por la puerta principal, mostrando a todo el mundo que Rafiel venía tomándole de la mano. 

Cómo un campeón levantando un trofeo de primer lugar.

El mayordomo y el ama de llaves de la familia, que se habían comportado con frialdad al inicio, los saludaron muy cortésmente, igual a si fueran los emperadores, y luego la mamá de Rafiel se apresuró a bajar de dos en dos con una sonrisa bastante brillante en la cara.

"Vizcondesa de Westport."

"¡Marqués Wolflake!"

A pesar del saludo tan seco, la vizcondesa respondió con una amabilidad muy marcada. 

Tenía el cabello rubio brillante hasta los hombros y los ojos azul cielo tan preciosos que parecía estar cumpliendo su fantasía de ver a Rafiel en versión mujer

El vestido de colores brillantes, decorado con perlas, era tan elegante y bonito que pensó que, como regalo de bodas, primero le compraría un juego de las perlas más delicadas y perfectas a su lindo prometido. 

Y sería bueno tener un anillo decorado con perlas naturales en platino para combinarlo también.

Y las perlas también se utilizaban en vestidos de novia ¿No era verdad?"

"Verlos a ustedes dos tan juntos es... ¡Vaya! Jojojo... Realmente siento algo cálido en mi corazón con todo esto... ¿Vamos a la sala de estar?"

"Por supuesto..."

Siguió a la vizcondesa, que abrió el camino, todavía sosteniendo a Rafiel en sus brazos como para mostrarle que ahora era suyo.

Al llegar al salón, el vizconde, que era más capaz de controlar su expresión facial que su esposa, miró a Wolflake y a su hijo aferrado a él con unos ojos bastante aterradores. 

Luego se acarició la barba de arriba para abajo.

"Hmmmm".

Pareció que se esforzaba mucho para no sonreír.

Luego, un carrito de comida salió de inmediato como si hubiera sido preparado de antemano. Además, en el salón, se colocaron flores, guirnaldas, rosas, moños y un letrero enorme que decía "¡Felicidades! ¡Lo lograste!" 

Y mirándolo todo con una cara increíblemente extraña, Wolflake aceptó la taza de té que le entregaba la vizcondesa.

"... ¿Pasa algo bueno? ¿Una fiesta o algo?"

"No, no... Pero ya esperaba que sucedieran cosas buenas por aquí ¡Jojojo!"

En medio de la sala de estar, llena de accesorios y decoraciones extrañamente coloridas, el vizconde, su esposa, Wolflake y Rafiel estaban sentados uno frente al otro, como correspondía la tradición de la casa. 

Y antes de entrar en el tema principal, hubo discusiones sobre el clima soleado y la brillante tendencia del amor entre los jóvenes en estos días. 

 Era como, la calma antes de una tormenta.

Pronto, el tema se desvaneció y se produjo el silencio absoluto. El señor Westport fue el primero en abrir la boca:

"Como padre, creo que crie a mi hijo lo mejor que pude... Es un niño bonito y perfecto que se parece mucho a su mamá, así que por eso siempre sentí que tenía que cuidarlo más que a ninguna otra persona... Me preocupaba el tipo de hombre o mujer que pudiera ponerle las manos encima, e hice todo lo posible para lograr que no tuviera ninguna mancha hasta ahora... Siempre fue una dulzura, ya ves..."

AROK Y JARDIN DE LAS ROSAS (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora