Sentí asfixiarme con mi propio aire apretando la piedra entre mis dos manos.
—Dumbledore va a venir, Dumbledore me va a matar —me dije, horrorizado.
Me van a matar, me van matar.
Cedí ante mi impulso de correr, pero me detuve a las dos zancadas. ¿A dónde exactamente correría? El hielo en mi interior ya se había desecho, la poción no funcionaría para pasar las llamas negras en la puerta. Girando sobre mí mismo, observé a mi alrededor, me encontraba en una especie de caverna sin salida, el techo tampoco era una opción.
—No, no, no —lágrimas de miedo puro acudieron a mis ojos —. ¡¿Qué fue lo que hice?! Piensa, piensa... —me ataqué golpeándome las piernas con mis puños, la piedra fuertemente agarrada entre mis dedos de la mano derecha. ¿A quién conocía que pudiera salir de una situación así? Stud se metía en huecos oscuros a cada rato, pero... —. No, Harry —me dije —, por hacer lo que hace esa rana es que me metí en esto.
Intenté respirar profundamente, pero el aire se atoró en mi garganta. Me acerqué a las llamas, si me envuelvo en mi magia tal vez..., el calor abrasador del fuego negro me abstuvo a intentarlo. Aquel no era un fuego usual y yo estaba demasiado inestable para aprovecharme de mi dominio de la magia sin varita. Me encontraba atrapado y sin salida, igual que la vez en la cámara.
—¿Cómo salí de allá? —traté de pensar. Había pedido una salida en pársel a la cámara, lo cual no funcionaría en otra parte del castillo. Aunque... el castillo es de Slytherin, una cuarta parte, razoné —. Sí, es de Slytherin, tiene que obedecerme como heredero —dije con admiración. Si yo tenía razón, la propia Hogwarts me salvaría.
Recordé entonces las palabras de papá previo a tomar el tren en King Cross: si le permites a la magia ancestral del castillo abrigarte y ser tu refugio, te prometo que encontrarás en Hogwarts un segundo hogar. En mi hogar yo era casi un príncipe, tenía lo que quería cuando se me antojara, había gente cuidándome y el mal del mundo no podía tocarme. Hogar significaba papá, protección. Y ¿qué podría dañarme si me paraba detrás de papá?
El aire ahora sí me bajó hasta los pulmones.
—Hogwarts, dame una ruta segura a un lugar donde pueda ocultarme. Gracias.
Le sonreí al muro que se separó en dos y formó el inicio de una escalera, el marco se rodeó de runas, pero yo no era muy conocedor de ese tema. Sujetando con confianza la capa de invisibilidad y guardando la piedra en mi bolsillo avancé a las escaleras. Una brisa cálida me rodeó al tocar el primer escalón. Que agradable. La brisa tomó fuerza y me apretó contra sí con dulzura. Volteé a ver, era una dama traslucida, pero no como un fantasma, porque era blanda y tibia. Sus rasgos eran finos, de alcurnia, pero no era una mujer fina, tenía algo más del peso recomendado. Y era hermosa, vaya que sí.
—Date prisa —susurró en mi oído. Su aliento era fresco, me sentí ciertamente atraído a ella. ¿Quién era?
—¿Hogwarts?
—He retenido a tus enemigos, heredero, pero debes darte prisa.
Dumbledore.
—Gracias, mi lady.
Ella me sonrió, inspiraba ternura. Hogwarts me apretó aún más entre sus brazos, me sonrojé al notar que lo blando que sentía era su abultado pecho, apenas cubierto por el corsé de su vestido traslucido. Ella rió y se inclinó a besarme en la boca. ¿Por qué Hogwarts me besaba en la boca? Tendría que preguntárselo a papá, pero yo no me estaba quejando, aunque fuera solo un toque de labios. No, en definitiva, ella no era un fantasma.
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Harry Potter: El hijo de Tom Ryddle - Harry S. Riddle
FanfictionJames Potter retó a un duelo a Voldemort y perdió, en lugar de arrebatarle la vida, Voldemort decidió violar a su esposa. De esta unión violenta, de este ser malvado y cruel se engendró lo imposible: un niño inocente. No hay parejas (por ahora). Hay...