• Frío

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Llegue a paso veloz a la sala de juntas y al abrir la puerta tan bruscamente todos me voltearon a ver, quedándome intacta al sentir todas las miradas.
Mi equipo ya estaba enfrente con la portada de la exposición lista, solamente me estaban esperando.

- Joven ¿Qué es esa manera tan descortés de ingresar? - maldito, mil veces maldito Kim.

- Disculpe. - raspe mi garganta, baje mi falda y cerré la puerta con cuidado.

Empecé a caminar lentamente hacia mi equipo, aún sintiendo las miradas de todos, en especial de mi profesor, sabía que me llamaría la atención por la acción y si no presentaba una muy buena exposición, la ventaja es que conocía muy bien mi tema y había estudiado.

- Bien ¿Ahora podemos darle inicio? - dijo Namjoon mientras veía a mi equipo con completa autoridad.

- Claro. - dijo Tahira para después verla preocupada. - ¿Que sucede? - me susurró discretamente.

- Voy a ocupar que me ayudes en ocasiones en la exposic... Ahh.- me encorvé al sentir ese vibrar.

- ¿¡Está bien jovencita!? - se puso de pie Eun woo, tocándome el hombro con mucha preocupación.

- Si, si estoy bi...- cerré mis ojos y me encorvé más al sentir más intensidad.

Levante mi mirada hacia Namjoon y este nos veía fijamente. Su codo lo tenía en el recargador del antebrazo, sosteniendo su barbilla con la mano y la otra se encontraba debajo de la mesa, seguro presionando esos botones.

- ¿Y luego? Empiecen sin su compañera incompetente.- suspiro molesto Kim.

Enderece mi postura y voltee a ver a mis compañeros, los cuales me veían preocupados y confundidos ante las palabras de este hombre.

Un integrante del equipo dio las primeras palabras mientras yo me relajaba y trataba de respirar tranquilamente.

- Tomé, beba un poco.- Eun Woo me extendió una botella con discreción y de inmediato sentí un fuerte vibrar por menos de un segundo, fue como una llamada de atención.

Levante mi mirada a Namjoon y este me vio de reojo para seguir fingiendo que le prestaba atención a esta información.

Pasaban los minutos y veía a Namjoon concentrado hasta qué tal vez sintió mi mirada y rápidamente la clavó en mí.

- Disculpe joven.- interrumpió Namjoon.

- ¿Si? - respondió mi compañero.

- Ya habló mucho. - dijo mientras todo nuestro equipo se quedaba confundido. - Lo que resta del tema quiero que...- guardo silencio por un corto segundo mientras veía nuestros rostros. - Quiero que usted, termine con este tema. - me vio fijamente.

- ¿Yo? - pregunté sorprendida mientras me señalaba.

- Si, usted. - asintió con su cabeza.

En eso escuché como Tahira empezó a reír silenciosamente pero se le escapó un sonido extraño y gracioso, haciéndome sonreír y aguantándome la risa.

- Cállate maldita.- voltee a verla y moví mis labios.

- ¿Que sucede, que les causa tanta gracia? - preguntó Namjoon y por lo que veía en su rostro ya estaba molesto. - ¿Se están riendo de mí? - presiono ese botón.

- ¡Dios! - susurré y cerré mis ojos al sentir ese vibrar tan eterno.

- ¡No no! Disculpe. - dijo Tahira preocupada.

Deje de sentir tal vibración.

- ¿Y luego? ¿Qué espera para terminar con el tema, joven? - dijo Namjoon mientras me veía fijamente.

Vecino del 210 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora