- Narra Namjoon -
Observe por octava vez la ventana que daba hacia la suya, siendo que podía observar si su coche ya estaba de nuevo ahí.
Eran las 8:15 pm y esta mujer no estaba en su hogar. Se había ido después de cruzar unas pocas palabras en su jardín y habíamos quedado en que vendría a mi hogar.
Salí por segunda vez de mi hogar y fui hacia su puerta, tocando el timbre pues podría ser que ya estuviera aquí y que no me haya dado cuenta de cuando llego y metió su coche. Pero no, no estaba.- ¿Y ahora? - hablé para mí mientras daba media vuelta, completamente preocupado y ansioso por saber donde estaba.
Ayer perdió su móvil y no había manera de comunicarme con ella, eso hacía que mi preocupación creciera.
Levante mi mirada y a lo lejos vi un coche similar al de ella pero estaba estacionado por el área verde que tenía mi privada.
- ¿Que haces allá? - entre cerré mis ojos para tratar de enfocar pues no llevaba mis anteojos.
Empecé a caminar hacia aquella dirección, hasta confirmar que era su coche. Empecé a trotar hacia el área verde, llegando y viendo su presencia de espaldas en una banca, viendo hacia la nada.
- ¿Yiu? - dije mientras bajaba la velocidad de mis pasos.
Yiu volteo y cruzó mirada conmigo.
- Oh, Namjoon. - regreso su mirada a hacia la dirección contraria y pasó su mano por su rostro.
No era idiota, seguía llorando, tenía noción de lo que podría ser... Y esperaba estar equivocado.
- ¿Sigues llorando? - levante mi pantalón por la parte de mis muslos y me senté a su lado, volteando ligeramente mi cuerpo hacia ella y así quedar frente a frente.
- Cosas de la escuela. - sonrió, sonrió de una manera tan forzada.
- No te creo. - recargué mi codo en el respaldo de la banca y mi cabeza se apoyo en mi mano, viéndola fijamente. - ¿Te puedo ayudar en algo? - extendí mi mano libre para que la sujetara.
Negó con su cabeza para después sujetar mi mano con fuerza.
- Cosas sin sentido. - volvió a sonreír forzosamente.
Suspiré un tanto molesto por no obtener su confianza... Pero creo que lo entendía.
- Te dije que quería hablar contigo ¿No? - dije.
- Si, es cierto. - afirmo.
[...]
Llegamos a mi hogar y de inmediato le ofrecí asiento en la sala de estar mientras iba por un vaso de agua para ella.
Al regresar y dárselo, me senté frente a ella en un sofá individual.- Yiu. - hice una leve pausa, bajando mi mirada y jugando con mis manos. - No soy idiota, creo que tú tampoco. - levante mi mirada a ella. - Desde el primer día que cogimos no tomamos esto con precaución.
Noté como su rostro se tornaba a completa preocupación.
- Después de lo que sucedió el día de ayer. - raspee mi garganta. - Se qué puede haber una posibilidad de que estes embarazada. - metí mi mano por un costado del pomposo sofá.- Quiero aclarar eso. - saqué una caja con una prueba, dejándola a la mitad de la mesa de centro.
- No hace falta, estoy embarazada. - soltó sin más, bajando su mirada.
Mi cuerpo se congelo, pensé que jamás escucharía esas palabras...
Pero tampoco reaccione como siempre había pensado.
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Vecino del 210
DiversosMoreno, alto, hombros anchos, piernas fuertes, brazos que quisiera que me dejaras sin aliento, simplemente perfecto... ¿Lo malo? Definitivamente no era su edad de 32 años; era que al parecer somos polos opuestos ¿Y de verdad se atraen? - No se acep...