• Objetivo

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[SE RECOMIENDA LEER POR LA NOCHE]

Me limite a responder y de prisa me fui a cambiar para irme con Sun.

....

- Narra Kim Namjoon -

Ocho días de estar disfrutando de los mensajes de mi vecina. Eras muy extrovertida e incluso en ocasiones muy divertida y sobre todo muy pero muy sexy.
Solo que había un problema y era por el cual me abstengo a darle el pase libre, de echo a ninguna mujer se lo doy sin antes saber si podrá complacerme como a mi me gusta y claro, darle infinidad de placer a ella, tal cual me la pida pero eso si, sin restringirme la mía.

En estos días la tenía sumamente vigilada, miento si digo que no me interesa. Me interesa más de lo que alguien podría imaginar y si es mi objetivo, pretendo cuidarlo.

- Oiga señor Kim. - iba entrando mi asistente con unos documentos en mano mientras los leía y caminaba hacia mi escritorio.

- ¿Si? - deja mi celular en el escritorio, prestándole toda mi atención.

- Su ex esposa espera la manutención, dice que no se le reflejó el viernes y estoy revisando los estados de cuenta y efectivamente...

- Esa mujer me va a volver loco.- suspiré profundo.- me pide una cantidad exagerada para su perro, no me quiero imaginar si los tratamientos de fertilidad hubieran dado frutos.- abrí un cajón de mi escritorio y saqué mi chequera.

- ¿¡Que hace!? ¿No es mejor que hablé al banco? - me veía sorprendido mi asistente mientras le hacía un cheque a Heyeri, mi ex esposa, la cual solo toleré por seis meses en matrimonio.

- No no, son tan lentos y esta mujer es tan desesperada que lo que menos quiero es un reclamo.- firme el cheque. - Llévaselo por favor. - se lo extendí por el escritorio. - Arregla lo de la transferencia también y dile que ya no le doy dinero pues ya se juntaron dos semanas con este cheque.

- Si señor. - tomó el cheque. - También quería comentarle que las trasferencias de los alquileres de su privada ya están reflejados en su cuenta bancaria ¿Gusta revisar?

Pequeño detalle, la privada donde vivía era mía, supe aprovechar la herencia de mis padres en algo que me siguiera generando dinero por años y que mejor que esto. Lugar donde me fui a vivir después de separarme de Heyeri ya que le dejé la casa donde vivíamos y al ser esta mi privada, tenía todo el poder de restringirle el pase para que dejara de molestar la desquiciada con temas de dinero.

Solo había un pequeño detalle que no había tenido tiempo de revisar...

- Por favor Max, revisa si la habitante de la casa 209 es dueña o paga renta. - entrelace mis manos, viendo como buscaba rápidamente en su tableta.

- La joven Yoon Yiu, me parece que así se llama...

- Si, Yiu.- interrumpí.

- Es propietaria señor.

- ¿Desde cuando? - pregunté sorprendido y confundido, pues como alguien aparentemente tan joven era dueña de una casa tan linda, sumándole a que se veía que vivía bien.

- La termino de pagar justo a finales del año pasado.- respondió enseguida.

- Hmm, una joven en cuna de oro. - susurré, siendo capaz Max de escuchar mis palabras.

Supongo que Yiu era de esas jóvenes adineradas, es todo.

- ¿Todo bien? - preguntó confundido.

- Si, si.- removí mi cabeza y lo vi a los ojos.- Llévale el dinero a la señora aquella y resuelve lo demás por favor.

Vecino del 210 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora