• Perdido

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- Suéltame por favor. - susurró mientras caminaba a paso veloz pero al mismo tiempo trataba de zafarse de mí agarre.

- Vamos, no lo vas a lograr. - voltee a verla con autoridad, frenando nuestro caminar.

- Nos ven rar...

- Ah, pues ese no es problema. - interrumpí sus palabras.

De un ágil movimiento me coloqué detrás de ella, sujetando su cintura y llevando mi rostro entre el hueco de su cuello.

- Tu aroma es delicioso pero jamás había sido dichoso de impregnar mis fosas nasales con este perfume. - inhale otra vez. - ¿Te lo pusiste para él? - pregunté.

Apreté su cintura en respuesta a molestia y a que empezara a caminar, escuchando un pequeño quejido pero aún así entendió mi referencia.

La guiaba por unos pasillos hasta entrar a uno donde ya no había nadie.
Me quité de ella y la sujete de la mano, dándole un fuerte jalón para que caminara más rápido.

- ¿Que haces? - preguntó sin alteraciones.

- Aquí las preguntas las voy hacer yo.- respondí.

- ¡No! - de un fuerte jalón se quitó de mi agarre. - ¡Ya basta contigo! - gritó.

- ¡Cállate! - hablé entre dientes y la volví a sujetar.

De la desesperación, camine a la primera puerta que vi y la abrí para así aventarla hacia el interior y después entrar, cerrando la puerta a mis espaldas.

Era un amplio cuarto de lavado.
Si o si, aquí había cámaras...
Quité mi saco y lo aventé hacia un mueble que estaba cerca.
Empecé a doblar mis mangas sin dejar de verla.

- Estas idiota si piensas que va ocurrir algo entre nosotros...

- Levántate el vestido. - interrumpí sus palabras.

No obedeció y simplemente puso sus ojos en blanco para después caminara hacia la puerta pero no se que pretendía pues tenía mi presencia firme con la puerta detrás.

- ¿A donde? - reí y enganche mi dedo índice en su escote que por cierto se veían jodidamente deliciosas sus tetas.

Metí mi mano en su escote, apretando una teta.

- ¿Te gusta? ¡Ah! - pellizque su pezón.

- Mierda. - respondió en forma de quejido, llevando su mano a la mía para así sacarla con brusquedad.- No se que pretendes, no logro entenderte y ya me tienes cansada. - habló firme y con su mirada clavada en mis ojos.

De inmediato levante mi mirada y pude observar en una esquina esos puntitos rojos, era la cámara...
Vamos Yiu no lo hagas ahora.

- Quedamos en que ya no estaríamos juntos. - volvió a tomar la palabra. - Me tienes harta, lo digo en serio Kim. - sus ojos se enterraron en los míos, viendo como su tórax subía y bajaba a una velocidad anormal pues tal vez era por el enojo con el que me lo estaba diciendo.

Raspe mi garganta y guarde silencio por largos segundos, simplemente viéndonos a los ojos.

- Después hablamos de esto.- trate de acercar mi rostro al suyo para poder juntar nuestros labios.

- No. - colocó su mano en medio de nuestros labios, evitando tal acción.

- Dame una buena razón para...

- Ya te la he dicho Namjoon pero no se que tienes en la jodida cabeza que no eres capaz de aceptar mis palabras. - colocó su mano en mi hombro y me hizo hacia atrás con un ligero empujón.

Perdido en sus ojos, mi mente empezó a trabajar al mil por hora, llegando a tener pequeños flashback's donde no la había tratado como mi sumisa... Más bien, jamás la trate como tal.
Siempre he accedido a lo que ella me pide y tal vez a cosas pequeñas pero el problema es que yo no suelo acceder, ni pedir permiso, mucho menos a pedir perdón, recibir órdenes y tolerar la más mínima causa de molestia hacia mi persona...

- Ahora ¿Me das permiso? - trató de mover mi presencia pero le fue inútil.

- No. - respondí con autoridad.

Soltó una pequeña sonrisa de ironía y sarcasmo, sacando fuerzas para empujarme y quitarme de la puerta, abriéndola y saliendo de prisa.
Me quedé helado por segundos hasta que reaccione y rápidamente fui detrás.

- Yiu, frena. - hablé mientras iba a paso veloz detrás de ella y trataba de alcanzarla.

Sus pasos eran firmes, largos, rápidos y para alcanzarla tenía que trotar una pequeña distancia, así que lo hice. Sujete su brazo dándole un pequeño jalón hacia mí pero aún así se mantuvo de espaldas.

- Esto no se termina nada más porque tú me lo estás diciendo.- di otro jalón, tratando de que volteara a verme.

De un ágil movimiento se zafó de mí agarre y dio media vuelta para verme fijamente a los ojos, sin expresión alguna.

- Termina porque yo lo digo y porque no me puedes tener nada más porque tú lo dices...

- Tú tampoco puedes terminar esto nomás porque te dan ganas de que así sea. - interrumpí sus palabras.

- ¿Me quieres tener? - preguntó.

Asentí con mi cabeza lentamente para después tragar en seco.

- Por supuesto ¿No es mas que obvio? - respondí.

- Perfecto. - sonrió. - Fin de semana estaré en el club Trouble, lleva tu cartera llena y solo ahí serás dichoso de tenerme cuantas veces quieras. - dio media vuelta y empezó a caminar de nuevo.

El hecho de que me haya mencionado ese suceso me hizo ponerme como loco en cuestión de segundos.

- Te puedo comprar el puto culo si quieres pero ahí no vas a regresar. - hablé y empecé a caminar detrás de ella, tratando de alcanzarla.

- Es mi ultima palabra, señor. - soltó una pequeña risa de maldad sin dejar de caminar y bajo su mirada para acomodar sus guantes de terciopelo por la parte de los dedos.

- ¿Si? - pregunté estando detrás de ella a pocos centímetros, tratando de intimidar, sin dejar de caminar ambos.

- ¿Cuantas veces te tendré que decir que si? - respondió y levantó su mirada hacia enfrente.

- Va.- esquive su presencia y camine a paso veloz, dejándola a metros detrás de mi. - Usted lo decidió y yo se lo traté de advertir. - levante mi voz por aquel solitario pasillo y pase mi mano por mi nuca pues sentía tenso mi cuello a causa del enojo.

Yiu no conocía nada de mi, no sabía a que extremo podía llegar para que alguien fuera únicamente mía... La única que sabía con exactitud era Heyeri pero por suerte nadie creyó en sus palabras y digamos que su comportamiento no le ayudó mucho, ella se hundió sola.

Llegue a donde estaban todos los invitados y rápidamente busqué a los Smith, en segundos los localicé y decidí caminar hacia ellos.
En el camino saqué mi anillo de mi dedo anular... No quería manchar el nombre de los Smith a causa de lo que estaba por suceder, así que lo entregaría y me iría de esta comunidad.

Voy por ti Yoon Yiu y por las malas...

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He regresado, espero que ustedes también estén aquí. Tqm personita🩷

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Vecino del 210 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora