• No quiero

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- Narra Namjoon -

Me desperté muy temprano, era sábado y tenía unos pocos pendientes del trabajo pero los terminaría en mi hogar.
Me puse de pie sin despertar a Yiu, ella seguía descansando cómodamente.
Tomé mis pertenencias y antes de salir de su hogar le dejé una nota en la mesa de noche que tenía a su lado pues no tenía móvil.

Salí de su hogar y tan pronto lo hice le hablé a Max. Respondiendo de inmediato a mi llamado.

- Max, buenos días. Investígame con exactitud a las cuantas semanas se ve reflejado el embarazo y cuánta posibilidad hay aunque cuente con un anticonceptivo, un implante.

Hablé desesperado y rápido mientras abría la puerta de mi hogar pero no se si por lo mismo no obtuve respuesta de Max.

- ¿Me escuchaste? - pregunté mientras cerraba la puerta a mis espaldas.

- Si señor, bueno, yo tengo entendido que...

- No, es que quiero que me investigues bien, no por otras personas, no por tus ideas o por internet, quiero que vayas con un médico y preguntes. Yo tengo noción pero que mejor que confirmar con alguien confiable. - interrumpí sus palabras.

- Si señor, en unas horas le regreso la llamada o voy a su hogar. - respondió de inmediato.

- Qué sea por llamada, por favor, estaré trabajando toda la mañana. - respondí.

Colgué a la llamada y me fui a mi despacho. Al entrar me fui a sentar a mi silla de escritorio.

- ¡Que mierdas hiciste, Namjoon! - me recargue en mi silla y vi al techo, suspirando profundamente.

No quería un hijo, jamás quisiera uno, no me siento lo suficientemente capaz como para educar a un hijo. No me siento lo suficientemente estable para formar una familia, yo solo quiero divertirme, pásemela bien y si llegaba a casarme de nuevo, simplemente sería contraer matrimonio, solo eso, nada más.

Me aterraba pensar que tendría que ver por alguien más por al menos 21 años, me aterraba que mi vida diera un cambio radical. Si con Heyeri siempre rogaba una y otra vez que sus tratamientos de fertilidad no funcionaran. No me importaba verla desanimada por esa única raya roja, al contrario, festejaba como nunca.

Ahora ¿Como por que tendría un hijo de una mujer completamente desconocida para mí? Porque eso era, una desconocida que jamás había conocido a profundidad, sabía cosas pero no tanto como para decir que tan siquiera era mi amiga.
Aunque la verdad, yo era muy responsable. Me dejé llevar por el momento y jamás me cuide y la cuide, esto jamás me había pasado, por lo mismo, para no ocasionar este caos pero es que con Yiu, ah, era todo diferente y aunque no quisiera que lo fuera, siempre terminaba accediendo tontamente.

Necesitaba pensar en una algo para convencerla de que ni se le atravesara la idea de tenerlo, si es que llegará a estar embarazada.
Me encantaba su compañía y un hijo no me iba a interrumpir mis planes.

- ¡No quiero, no quiero un hijo! - sacudí mi cabeza e incorporé mi correcta postura y abrí mi laptop para despejar mi mente de esto tan terrible con trabajo.

[...]

- Narra Tahira -

- Anda amiga, hazlo. - le dije a Yiu a través de la pantalla de mi celular, estábamos en videollamada. Ella en su laptop.

La alentaba a que se pusiera de pie y moviera el culo a un laboratorio.

- Tahira, imagínate si sale positivo. - dijo aterrada, pegando su rostro a la cámara. - Todo se iría a la mierda.- gritó histérica.

Vecino del 210 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora