Vecino del 210

Final ll

- 9 meses después -

- ¡No, cariño! - dije con un poco de gracia al ver como Soul ya se paraba con facilidad y se sostenía del sofá.

No me desagradaba que ya pudiera hacerlo, el problema era que cuando lo hacía era con toda la intención de desacomodar por milésima vez el sofá, tumbando cojines y lo que estuviera a su alcance.

Camine a él y lo cargue para así llevarlo a su silla y que empezara a comer.
Le coloqué su plato enfrente y de inmediato empezó agarrar la comida con sus manos.

En estos 9 meses sólo hemos sido Soul y yo... bueno, excepto del último mes...

- Soul. - sonreí y le extendí de nuevo la pequeña cuchara. - Anda cariño, que tu padre viene para ir a pasear.

Veía atenta a Soul e incluso en varias ocasiones le colocaba de nuevo sus cubiertos pero mi mente la estaba distrayendo otro suceso.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el vibrar y sonido de mi móvil, era una notificación.
Lo tomé entre mis manos y pude observar aquel mensaje de texto.
"10 minutos y me desocupo del trabajo para pasar por ustedes"
Suspiré profundamente y bloquee el móvil, dejándolo en la mesa.

- Anda cariño , ya viene papá. - limpie su boca.

Soul empezó azotar la cuchara en su pequeña mesa y plato para así empezar a balbucear "papá" no lo decía de manera correcta pero el intento lo hacía, al igual que "mamá"

Opté por tomar otra pequeña cuchara de Soul y así empezar a darle pequeñas porciones de comida, mientras él también lo hacía pero con más torpeza y desastre.
Al cabo de unos minutos mi hijo tenía comida hasta por las orejas.

[...]

- Vamos. - cargue a Soul ente mis brazos, tomé su bolso, mi móvil y salí del departamento para así bajar al estacionamiento pues ahí nos esperaba su padre.

Al llegar al estacionamiento lo vimos ahí... impaciente, esperándonos fuera del coche.

- Mira, quien está allá, Soul. - sonreí y señalé hacia la dirección correspondiente.

Soul de inmediato empezó a moverse de manera exagerada, estaba emocionado...
Llegamos y Soul de inmediato estiró su cuerpo a él... Quería que lo cargara.

- ¡Hola, campeón! - extendió sus brazos para así cargarlo y darle un beso en su frente. - Te ayudo. - se dirigió a mí y tomó el bolso de Soul para así ponerlo en los asientos de atrás del auto y también aprovechar a poner a Soul en su silla.

En minutos ya estábamos rumbo a un acuario.

- ¿Como se ha portado? - me preguntó para así ver a su hijo por el retrovisor.

- Pues. - voltee hacia atrás para verlo con una sonrisa de complicidad. - Excelente. - dije en un tono sarcástico.

Mi pequeño torbellino jamás paraba y parecía que cada día descubría una travesura... Pero era un niño tan encantador que sabía que esas pequeñas travesuras eran parte de su crecimiento y curiosidad por la vida.

Después de algunos minutos llegamos al lindo acuario.
Baje el bolso de Soul y su padre decidió llevarlo en brazos aunque su cochecito también lo llevábamos por si se dormía.
Nos adentramos y Soul no dejaba de ver hacia varias direcciones, encantado por lo que veía...

De un instante a otro su padre y Soul se adelantaron viendo a las lindas medusas...
A los segundos me acerque a ellos y empecé a prestarle atención a mi hijo, hasta que...