- ¡Mierda! - voltee con una sonrisa y con mi nuevo y pequeño gatito en brazos.
Este parecía estar inspeccionando algo pues volteaba a todas las direcciones con su semblante serio.
- Vienes en ropa interi...
- No, son shorts - interrumpí sus palabras.
- Pues tu jodido short se te metió y le andabas dando un espectáculo a los vecinos. - respondió de inmediato entre dientes.
- Yo encantada de que se me vuelva a meter, siempre y cuando usted también meta esos dedos. - sonreí ampliamente, viéndolo a los ojos.
- No diga estupideces. - raspó su garganta.
- ¿Por qué se pone nervioso? ¿Le gustó meter sus dedos? - reí ligeramente mientras acariciaba la pequeña cabecita del gato.
- Encuentro tu pregunta muy fuera de lugar niña. - me veía fijamente, capaz de sostenerme la mirada.
- ¿Y mi respuesta? - di un paso hacia enfrente, tratando de estar más cerca de su trabajado y sudado pecho.
- No tengo porque responderte. - dio un paso firme hacia atrás sin cortar mirada conmigo.
- ¿Por qué? - pregunté.
- Porque estoy en todo mi derecho...
- Si hablamos de derechos.- interrumpí sus palabras y baje mi mirada al pequeño gatito entre mis brazos. - Usted no tuvo porque tocarme, no tiene derecho de hacerlo. - levante mi mirada lentamente a él.
- Era...
- Sin embargo, no le reclame y así como yo tuve la cortesía de no....
- No estoy nervioso ¿Por qué crees que una niña en pleno desarrollo me pondría nervioso? - interrumpió mis palabras.
Debo admitir que me hizo soltar una pequeña carcajada con mis ojos ampliamente abiertos, sintiéndome ofendida... pero eso duro pocos segundos... me sentía completamente segura de mi excelente físico.
- Bien. - reí bajo, dando un paso hacia enfrente, quedando más cerca de él. - No vuelva a meter sus dedos a menos de que los meta bien.
No hubo reacción de este hombre, simplemente su semblante era serio sin apartar la mirada de mi rostro.
- Adiós guapo. - esquive su presencia y me fui rumbo a mi hogar, haciéndole cariños a mi pequeño gatito.
.....
Sábado por la mañana y era jodidamente aburrido y eso que eran las 11:29 am, no quería saber que me esperaba por el resto del día.
5:49 pm, camine hacia la sala de estar y por una enorme ventana que daba justo a la ventana de mi vecino lo vi acostada en el sofá, leyendo un libro.
¡Joder! Se le miraba un enorme bulto y más porque llevaba solo su bóxer color gris. Su libro cubría su rostro, quedando como idiota viendo a mi preciso vecino.Podría jurar que lo hacía a propósito pues sabía que nuestras ventanas quedaban frente a frente, teniendo acceso a ver el interior del hogar y aún más con la cortinas abiertas ¿Y quien se acuesta ahí en ropa interior? Aunque lo dudaba un poco pues su comportamiento no me hacía pensar que fuera ese tipo de persona.
Saqué mi celular y decidí mandarle un mensaje de texto.
Yiu: ¿Trae calcetines vecino?
Reí ligeramente esperando su reacción.
De inmediato estiró una mano hacia su lado derecho y tomó su celular, dejando su libro en su abdomen.
De inmediato vi que su rostro trató de sonreír pero de inmediato contuvo su acción.
Dejó su celular y se puso de pie ¡Madre mía! Juro que abrí mi boca al verlo semi desnudo.
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Vecino del 210
AléatoireMoreno, alto, hombros anchos, piernas fuertes, brazos que quisiera que me dejaras sin aliento, simplemente perfecto... ¿Lo malo? Definitivamente no era su edad de 32 años; era que al parecer somos polos opuestos ¿Y de verdad se atraen? - No se acep...