• Es una buena opción

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- Si joven, lo podemos interrumpir, claro, si usted lo desea. - habló el médico mientras me encontraba sentada frente a su escritorio.

Ya me había realizado un chequeo y un ultrasonido.

- ¿Que tan peligroso es? - pregunté preocupada y nerviosa, sin dejar de mover mi pie derecho de arriba abajo.

- No tiene nada de que preocuparse, es seguro. - respondió con tranquilidad pero no me la trasmitió.

Asentí no tan convencida y me puse de pie.

- ¿Es todo?- pregunté tomando un sobre que me había entregado con el ultrasonido e información.

- De mi parte es todo, su embarazo no presenta ninguna complicación, tiene si a caso 4 semanas, solo procure tomar una decisión antes de las 12 semanas.

Asentí y me fui de aquel consultorio, derrotada, confundida, molesta y decepcionada de mí.
¿Ahora que mierda le diría a Namjoon? ¿Y cómo se lo diría?

[...]

Iba a pocas cuadras de la privada y vi a Tahira caminando, tal vez iba rumbo a mi hogar...
Me orille y baje la ventana del copiloto.

- Tahira. - le hablé y de inmediato volteo a verme. - Sube. - le ordené.

De inmediato lo hizo.

- Necesito hablar contigo, urgentemente. - dijo con su rostro de preocupación.

Asentí y puse el coche en marcha.

- ¿¡Que es esto!? - preguntó y voltee a ella... tenía su mirada en los resultados.

- La cague. - respondí y sentí un nudo en mi garganta de nuevo, sintiendo mis ojos cristalinos.

- No, tranquila, vamos hablar y no te preocupes, se que encontraremos una solución. - secó mis lágrimas y empezó acariciar mi cabello mientras yo conducía.

Llegamos a la privada y opté por no meter mi coche a la cochera pues llevaría más tarde a Tahira a su casa.
Seguía con lágrimas en mis ojos, baje mi bolso y Tahira se bajo junto conmigo, caminando hacia la entrada de mi hogar.

- Cariño. - escuche la voz de Namjoon, venía caminando hacia mi dirección.

- Mierda.- susurré y voltee mi rostro hacia otra dirección para secar mis lágrimas.

- ¿Podemos hablar? - preguntó al llegar a mi.

Voltee a él y era evidente que no podía ocultar las horas llorando.

- Estaré con Tahira, tal vez después. - respondí.

Tahira lo miraba de arriba abajo, tensa y con odio, tal vez por lo de ayer y el ver como me hablaba hoy, como si nada, si era algo entendible.

- ¿Por qué lloras? - preguntó preocupado y acuno mi rostro en sus manos.

- ¿Entramos Yiu? - interrumpió Tahira.

Namjoon volteo a ella sin quitar su acción de mi.

- Espérala adentro si tanto te urge entrar. - respondió Namjoon.

- Ya. - dije sin fuerzas.

- Le pregunté a mi amiga. - respondió Tahira con un tono de voz firme.

- ¿Jamás te enseñaron a no meterte en temas que no son de tu incumbencia, niña? - dijo Namjoon.

- ¡Ya! - hablé firme, cansada de ambos.

- Pues dile a ella cariño...

- Namjoon. - dije en susurró y en respuesta a que ya no quería escuchar más reproches.

Vecino del 210 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora